Padroeiros do blog: SÃO PAULO; SÃO TOMÁS DE AQUINO; SÃO FILIPE DE NÉRI; SÃO JOSEMARIA ESCRIVÁ
05/03/2017
Quaresma 2017– prácticas básicas
Neste período que começou na Quarta-Feira de Cinzas e
termina na Quarta-Feira da Semana Santa, somos convidados afazer o confronto
especial entre as nossas vidas e a mensagem cristã expressa nos Evangelhos.
Este confronto deve levar-nos a aprofundar a compreensão da Palavra de Deus e a
intensificar a prática dos princípios essenciais da fé.
É um tempo de transformação, em que nos devemos exercitar
espiritualmente para podermos melhorar. É um tempo de alegria, em que devemos
estar atentos às oportunidades de mais amar.
Oração – para aprofundar e melhorar a minha relação com Deus.
Trata-se de dar mais tempo e tempo de qualidade ao meu relacionamento com o
Pai.
Esmola – para melhor amar e melhorar a minha relação com os
outros. Estar atento aos que me rodeiam (Família, amigos, colegas de trabalho)
e também aos que estão mais longe, mas que têm algum tipo de necessidades.
Jejum – para adquirir maior liberdade interior. Procurar as
minhas dependências, aquelas que me limitam, afastam os outros, e tentar
combatê-las.
Alguns exemplos
destas três prácticas:
Oração
(como, quanto
tempo, de que maneira)
|
Esmola
(ir ao encontro do
outro de forma positiva)
|
Jejum
(libertar de
manias, preconceitos, vícios)
|
Meditação
|
Ajudar
financeiramente pessoas vítimas da actual crise
|
Abster-se de beber
ou comer o que nos dá maior prazer.
|
Exame de
consciência
|
Dar atenção a
alguém
|
Televisão
|
Eucaristia
|
Ajudar instituições
de cariz social
|
Determinado tipo de
conversas
|
Reconciliação
|
Agradecer
|
Show off
|
Rezar o terço
|
Dizer coisas
positivas
|
Comentar ou fazer
juízos de valor sobre o próximo
|
Rezar pelos outros
|
Um sorriso
|
Evitar compras
desnecessárias
|
Fazer silêncio no
meu dia
|
Visitar um doente,
um idoso.
|
Computador
|
E, no fim do dia,
pensar em algo que fiz bem e em algo que poderia ter feito melhor.
(Síntese elaborada com base na Mensagem do Papa Francisco
para a Quaresma de 2017)
Fátima: Centenário - Oração diária
Senhora de Fátima:
Neste ano do Centenário da tua vinda ao nosso País, cheios de confiança vimos pedir-te que continues a olhar com maternal cuidado por todos os portugueses.
No íntimo dos nossos corações instala-se alguma apreensão e incerteza em relação a este nosso País.
Sabes bem que nos referimos às diferenças de opinião que se transformam em desavenças, desunião e afastamento; aos casais desfeitos com todas as graves consequências; à falta de fé e de prática da fé; ao excessivo apego a coisas passageiras deixando de lado o essencial; aos respeitos humanos que se traduzem em indiferença e falta de coragem para arrepiar caminho; às doenças graves que se arrastam e causam tanto sofrimento.
Faz com que todos, sem excepção, nos comportemos como autênticos filhos teus e com a sinceridade, o espírito de compreensão e a humildade necessárias para, com respeito de uns pelos outros, sermos, de facto, unidos na Fé, santos e exemplo para o mundo.
Que nenhum de nós se perca para a salvação eterna.
Como Paulo VI, aqui mesmo em 1967, te repetimos:
“Monstra te esse Matrem”, Mostra que és Mãe.
Isto te pedimos, invocando, uma vez mais, ao teu Dulcíssimo Coração, a tua protecção e amparo.
AMA, Fevereiro, 2017
Así inventó Money la ideología de género
John
Money utilizó al bebé Reimer para sus experimentos y acabó destrozando a toda
su familia
La
ideología de género va colonizando rápidamente la sociedad. Cada vez más leyes
están siendo aprobadas por todo el mundo en la que los niños son un objetivo
prioriatario. Precisamente, la gran ofensiva LGTB que se está realizando en la
actualidad está centrada en los llamados “menores transexuales”.
Clases
en las escuelas, adoctrinamiento de niños, publicidad en las calles y en la
prensa. Todo para convencer que el sexo es una construcción social y que el
niño a los 4 años elige su “género” por lo que hay que apoyar la ingesta masiva
de hormonas y la reasignación de sexo. Sin embargo, los científicos y expertos
alertan del daño que se puede hacer los menores.
El
cirujano plástico Patrick Lappert avisa de que “las cirugías transgénero de
cambio de sexo” son “permanentes e irreversibles”. “No hay nada reversible en
la cirugía genital: es una mutilación permanente e irreversible de la persona
humana. Y no hay otra palabra para ello. Se traduce en la esterilidad
permanente. Es una disolución permanente de las funciones unitivas y
procreadoras. E incluso el aspecto unitivo de la adherencia sexual se ve
radicalmente obstaculizado si no totalmente destruido".
Sin
embargo, la esencia de la ideología de género se basa en utilizar a los niños,
pues comenzó utilizando a bebés como cobayas humanas, cuyas consecuencias
fueron terribles. Pero esto es algo que los ideólogos de género ocultan por su
macabro origen.
Los
macabros orígenes de la ideología de género
El
inventor de la ideología de género fue John Money, un médico que no se oponía a
la pedofilia y que apoyaba todo tipo de prácticas sexuales aberrantes. Y pasó
de la teoría de género que promulgaba a la práctica gracias a dos hermanos
Bruce y Brian Reimer, con los que experimentó para probar su “reasignación
sexual” e intentar demostrar que la identidad de una persona no está fundada en
los datos biológicos del nacimiento, sino en las influencias culturales y el
ambiente en el que crece. Una vez adultos, ambos se suicidaron tras haber
pasado múltiples sufrimientos. Esta historia la recogió John Colapinto en su
libro As Nature Made Him. The Boy Who Was Raised as a Girl.
El
22 de agosto de 1965 nacieron en el hospital St. Boniface de Winnipeg (Canadá)
dos gemelos idénticos, Bruce y Brian Reimer. Ambos tenían un problema de fimosis
en el pene, por lo que fue necesaria una circuncisión, operación sencilla y de
rutina, a la que los padres, Ron y Janet, dieron su consentimiento sin
problemas. Pero en la operación se
produjo un problema y quemaron el pene de Bruce, que “se separó en trocitos”.
La
cobaya humana que estaba esperando
Los
padres, desesperados, tras una serie de consultas médicas se pusieron en manos
de John Money, un médico del que habían oído hablar en la televisión por sus
milagros de «reasignación sexual» que llevaba a cabo en el Johns Hopkins
Hospital de Baltimore. Money era ya entonces uno de los investigadores en
sexología más respetados del mundo.
Money,
que guiaba la clínica pionera en cirugía transexual de Baltimore, estuvo
encantado de ocuparse del pequeño. Bruce era la cobaya que él estaba esperando
para demostrar la bondad de sus teorías, un pequeño varón sin pene al que podía
transformar en una niña.
Este
doctor se caracterizaba por animar a sus pacientes a experimentar con todo tipo
de deseo sexual, incluida la «lluvia dorada» (orinarse encima durante la
relación sexual), la coprofilia, las amputaciones y el autoestrangulamiento.
Para Money no eran perversiones, sino «parafilias».
El
doctor "me parecía un dios", dice la madre
Hasta
conocer a Bruce, el campo de acción de Money se había limitado a los
hermafroditas. El niño fue para él su ocasión dorada. Cuando Ron y Janet, que entonces tenían sólo
20 y 21 años, le conocieron, se quedaron fascinados por el personaje. «Me
parecía un dios», dice ella.
El
médico les explicó que le podía dar al niño una vagina que funcionara
perfectamente, pero que necesitaba su colaboración para que Bruce se
convirtiese en niña. Era importante que la vistieran como una niña, que no le
cortaran el pelo, que hicieran lo posible para que ella se sintiera “una ella”
y no “un él”. Así tendría una vida feliz.
Primer
paso: castrar al niño
El 3
de julio de 1967 Bruce fue castrado por el Dr. Howard Jones, un colaborador de
Money que seguidamente lo abandonó para emprender una profesión más
remunerativa: abrió en Virginia la primera clínica para la fecundación in
vitro.De este modo, Bruce se convirtió en Brenda. Durante los primeros años,
Ron y Janet se lanzaron de cabeza en esta empresa.
Pero
algo no iba bien. La pequeña Brenda ignoraba las muñecas que le regalaban,
adoraba pelear con sus amiguitos, construía fuertes en lugar de peinarse
delante del espejo. En el baño, hacía pipí de pie. Los primeros años de colegio
empeoraron muchísimo la situación. Brenda empezó a ser especialmente violenta y
la suspendieron.
Mientras
tanto, en 1972, Money publicó su libro Man & Woman, Boy & Girl (Hombre
y Mujer, Niño y Niña), en el que puso al mundo al corriente del extraordinario
«caso de los dos gemelos». El volumen
describía el experimento como un «rotundo éxito». Era la «prueba concluyente»
de que «no se nace varones o hembras, sino que uno se convierte en varón o en
hembra». Todo el mundo le alababa. Prensa, todas las feministas e incluso sus
compañeros.
El
mundo adoptó la nueva ideología
Sólo
un desconocido investigador llamado Milton Diamond se atrevió a expresar su
perplejidad ante el caso. Pero fue ignorado. Al contrario, «el caso de los
gemelos de Money fue decisivo para que se aceptara universalmente no sólo la
teoría según la cual los seres humanos son, cuando nacen, psicosexualmente
modelables, sino también la cirugía de reasignación sexual como tratamiento
para los niños con genitales ambiguos o dañados. El método, que antes se
realizaba sólo en el Johns Hopkins, se difundió rápidamente y hoy se lleva a
cabo en casi todos los principales hospitales del país».
Brenda
seguía comportándose «como un marimacho», defendía a su hermano en las peleas y
le costaba estar con sus amigas. Periódicamente, los dos hermanos iban a la
clínica de Money para ser sometidos a unos estresantes test psicológicos. Durante estas sesiones, a los dos gemelos de
seis años se les mostraban imágenes de sexo explícitas «para reforzar su
identidad/rol de género».
Los
dos hermanos estaban obligados a simular actos sexuales entre ellos. En una ocasión, el Dr. Money «les hizo una
foto con una Polaroid». Para Brenda, estas sesiones, a las que se tenía que
someter también sola, eran una tortura. En sus sueños imaginaba que era un veinteañero
«con bigotes», pero tenía miedo de decírselo a sus padres por temor a
desilusionarlos.
De
hecho, Ron y Janet, frustrados por el comportamiento de la niña, intentaban por
todos los medios aplicar los consejos de Money: se paseaban desnudos por la
casa, iban a campamentos de nudistas, presionaban a la pequeña para que
asumiera actitudes femeninas. Todo ello les llevó a un agotamiento nervioso:
Janet intentó suicidarse, Ron empezó a beber.
"Brenda"
comenzó a tener instintos suicidas
Money,
mientras tanto, publicó un nuevo libro de éxito (Sexual Signatures,
"Características sexuales") en el que volvió a hablar de Brenda, que
«estaba atravesando felizmente su infancia como una verdadera chica». La
realidad es que Brenda, con once años, empezó a tener instintos suicidas. Los asistentes sociales y los médicos de su
ciudad entendieron que algo no iba bien, pero la fama de Money era demasiado
grande para poder ensombrecerla.
A
los doce años empezó el tratamiento con estrógenos para hacer crecer el pecho.
En la última visita que tuvo en el estudio del Dr. Money tuvo un encuentro con
un transexual que le magnificó las ventajas de la operación quirúrgica de
cambio de sexo. Brenda huyó y les dijo a sus padres que si la obligaban a
volver «se suicidaría».
Aunque
ya alejada del médico, Brenda siguió teniendo una vida difícil. En el colegio
la llamaban «gorila» y algunos periodistas empezaron a interesarse en ella. En
1977, un equipo de la BBC fue a Winnipeg para hablar con sus médicos. Todos
confirmaron la misma impresión: Brenda no era la «chica feliz» de la que
hablaban los best-sellers de Money.
El
mismo doctor, contactado por la BBC, se negó a ver a los periodistas,
cerrándoles la puerta en las narices. El documental, titulado The First
Question (La primera pregunta), emitido el 19 de marzo de 1980, pasó
inadvertido.
El
"alivio" de conocer la verdad
Algunos
días antes, el 14 de marzo, Ron le había revelado a su hija su historia, Brenda
«se sintió aliviada» porque por fin entendió que «no estaba loca». La primera
pregunta que le hizo a su padre fue: «¿Cuál es mi nombre?».
Brenda
decidió volver a su sexo biológico. Eligió llamarse David porque este es el
nombre «del rey asesino de gigantes de la Biblia», el niño que combate y vence
al poderoso Goliat. Empezó a inyectarse
testosterona, le crecieron los primeros pelos en el rostro, a los dieciséis
años se sometió a la primera operación para la creación del pene. Mientras
esperaba la mayoría de edad, permaneció escondido dos años en el sótano de su
casa. A los veintidós años se sometió a una faloplastia y, dos años después,
tuvo su primera relación sexual. Pero aún era profundamente infeliz.
En
el verano de 1988 David hizo «algo que no había hecho antes: acabé rezando.
Dije: “Tú sabes que he tenido una vida terrible. No tengo intención de quejarme
contigo porque Tú debes saber porque me estás haciendo pasar por todo esto.
Podría ser un buen marido, si se me diera la posibilidad”». Dos meses después
conoció a Jane, una madre soltera que había tenido tres hijos de tres hombres
distintos. Se enamoraron. Se casaron el 22 de septiembre de 1990.
El
declive de Money
Milton
Diamond, el primer investigador que contestó las tesis de Money, asestó un duro
golpe a su credibilidad. Money, aunque ya no hablaba del caso de los gemelos,
seguía sosteniendo las tesis de género que continuaron facilitándole grandes
financiaciones, también públicas.
Diamond,
después de haber conocido a David, escribió un artículo para desvelar la
realidad sobre el “caso de los dos gemelos”.
La tesis del texto era que, aunque la educación tenía un papel
importante al plasmar la identidad, ésta es fruto del dato biológico concedido
por la naturaleza. Diamond tardó dos años en encontrar una revista que aceptara
el texto y cuando apareció fue una bomba.
Se
destapa la verdad
Para
Money – «Hot Love Doctor» (Doctor Amor Caliente, ndr), como lo llamaban los
periódicos – empezó el declive. En el Johns Hopkins se nombró como director de
psiquiatría a Paul McHugh, un católico orgulloso de serlo, que puso en marcha
una investigación sobre cincuenta transexuales tratados en la clínica para la
identidad sexual del Hopkins desde su fundación en 1966. Ninguno de ellos había
sentido ningún beneficio. Se cerró la
clínica, a pesar de las inútiles protestas de la comunidad transgender.
La
familia Reimer nunca sanó
Los
demonios no dejaron de perseguir a la familia Reimer. Solo Ron, después de un
periodo difícil vinculado al alcohol, consiguió retomar las riendas de su
vida. Janet siguió sufriendo profundas
crisis depresivas.
Brian
tuvo varios fracasos matrimoniales y pasó por las drogas y el alcohol. Se
suicidó en 2002. David, después de la
muerte de su hermano, no fue el mismo. La empresa en la que trabajaba cerró,
peleó con su mujer. El 4 de mayo de 2004 condujo hasta un parking aislado y se
disparó en la cabeza. Tenía 38 años.
ReL2 febrero 2017
Doutrina - 230
Compêndio
PRIMEIRA PARTE: A PROFISSÃO
DA FÉ
PRIMEIRA SECÇÃO: «EU CREIO»
– «NÓS CREMOS»
CAPÍTULO SEGUNDO: DEUS VEM
AO ENCONTRO DO HOMEM
A REVELAÇÃO DE DEUS
10. Qual o valor das
revelações privadas?
Embora
não pertençam ao depósito da fé, elas podem ajudar a viver esta mesma fé, desde
que mantenham uma estrita orientação para Cristo. O Magistério da Igreja, ao
qual compete discernir as revelações privadas, não pode, por isso, aceitar
aquelas que pretendem superar ou corrigir a Revelação definitiva que é Cristo.
Epístolas de São Paulo – 5
I. O EVANGELHO QUE NOS DÁ A SALVAÇÃO
(1,18-11,36)
Capítulo 4
Abraão, modelo de fé
1Que
havemos de dizer de Abraão, nosso antepassado segundo a carne? Que obteve ele
afinal? 2É que, se Abraão foi justificado por causa das obras, tem um motivo
para se poder gloriar, mas não diante de Deus. 3Que diz, de facto, a Escritura?
Que Abraão acreditou em Deus e isso foi-lhe atribuído à conta de justiça. 4Ora
bem, àquele que realiza obras, o salário não lhe é atribuído como oferta, mas
como dívida. 5Aquele, porém, que não realiza qualquer obra, mas acredita
naquele que justifica o ímpio, a esse a sua fé é-lhe atribuída como justiça.
6Aliás é assim que David celebra a felicidade do homem a quem Deus atribui a
justiça independentemente das obras:
7Felizes aqueles a quem foram perdoados
os delitos e a quem foram cobertos os pecados! 8Feliz o homem a quem o Senhor
não tem em conta o pecado!
9Ora
esta felicidade, será proclamada só em relação aos circuncidados ou também em
relação aos não-circuncidados? Sim, porque nós dizemos: A fé de Abraão foi-lhe
atribuída à conta de justiça.
10Afinal,
como é que foi atribuída? Depois de se ter circuncidado ou antes? Não, não foi
depois, mas antes de se ter circuncidado. 11E recebeu o sinal da circuncisão
como selo da justiça, obtida pela fé que tinha, antes de se ter circuncidado.
Foi assim que ele se tornou pai de todos os crentes não-circuncidados, para que
também a eles seja atribuída a justiça, 12e pai dos circuncidados, daqueles que
não somente pertencem ao povo dos circuncisos, mas também seguem as pegadas da
fé do nosso pai Abraão antes de ser circuncidado.
Fé no poder de Deus
13Não
foi em virtude da Lei, mas da justiça obtida pela fé que a Abraão, ou à sua
descendência, foi feita a promessa de que havia de receber o mundo em herança.
14De facto, se os herdeiros o são em virtude da lei, nesse caso tornou-se
inútil a fé e ficou sem efeito a promessa. 15É que a lei produz a ira; mas onde
não há lei também não há transgressão.
16Por
isso, é da fé que depende a herança. Só assim é que esta é gratuita, de tal
modo que a promessa se mantém válida para todos os descendentes: não apenas
para aqueles que o são em virtude da Lei, mas também para os que o são em
virtude da fé de Abraão, pai de todos nós, 17conforme o que está escrito: Fiz
de ti o pai de muitos povos. Pai diante daquele em quem acreditou, o Deus que
dá vida aos mortos e chama à existência o que não existe.
18Foi
com uma esperança, para além do que se podia esperar, que ele acreditou e assim
se tornou pai de muitos povos, conforme o que tinha sido dito: Assim será a tua
descendência. 19Sim, ele não vacilou na fé ao ver como o seu corpo já estava
sem vida - com quase cem anos - como sem vida estava o seio de Sara. 20Diante
da promessa de Deus, não duvidou por falta de fé. Pelo contrário, tornou-se
mais forte na fé e deu glória a Deus, 21plenamente convencido de que Ele tinha
poder para realizar o que tinha prometido. 22Esta foi exactamente a razão pela
qual isso lhe foi atribuído à conta de justiça.
23Não
é só por causa dele que está escrito foi-lhe atribuído, 24mas também por causa
de nós, a quem a fé será tida em conta, nós que acreditamos naquele que
ressuscitou dos mortos Jesus, Senhor nosso, 25entregue por causa das nossas
faltas e ressuscitado para nossa justificação.
Leitura espiritual
A
CIDADE DE DEUS
Vol. 2
LIVRO IX
Depois de se referir, no livro anterior, ao repúdio do
culto dos demónios (que, realmente, com muitos argumentos, eles próprios se
apresentam com os espíritos maus) vai Agostinho agora, neste livro, ao encontro
dos que alegam que há diferença entre demónios bons e demónios maus. Rebatida
esta diferença, demonstra que só a Cristo pode caber o papel de mediador para a
vida eterna.
CAPÍTULO I
A que ponto chegou a
questão e que é que falta para tratar.
A respeito dos deuses, há quem julgue que uns são bons e
outros maus. Mas também há quem, fazendo deles o melhor conceito, lhes atribua
honra e glória tais que não se atreve a pensar que haja algum deus mau. Mas os
que afirmaram que havia deuses bons e deuses maus, também aos demónios deram o
nome de deuses; e às vezes, embora raramente, também deram o nom e de demónios
aos deuses — reconhecendo que o próprio Júpiter, de quem eles fazem o rei e
chefe dos outros deuses, foi alcunhado de demónio por Homero.
Mas os que dizem que todos os deuses são bons e muito
superiores aos homens que tem os por bons, com razão se perturbam com os feitos
dos demónios; e, com o não podem negar esses feitos nem podem admitir que
possam ser cometidos por deuses — que, na sua opinião, são todos bons —, são
obrigados a estabelecer diferenças entre os deuses e os demónios. De modo que
atribuem aos demónios e não aos deuses tudo o que com razão lhes desagrada nas
obras e nos sentimentos depravados em que se revela o poder dos espíritos
ocultos. Estão, porém, convencidos de que os demónios estão de tal forma
colocados entre os deuses e os homens, que são eles que transmitem os pedidos
dos homens e lhes trazem os favores dos deuses, já que nenhum deus se pode
misturar com os homens. E esta a opinião dos platónicos, os mais eminentes e
reputados filósofos, com os quais, devido ao seu alto valor, me pareceu
conveniente discutir esta questão: se o culto da multidão de deuses tem algum a
utilidade para se obter a vida feliz que nos espera depois da morte.
No livro precedente, indagámos por que convénio os
demónios (que se comprazem com o que os homens bons e prudentes reprovam e
condenam, isto é, com as ficções sacrílegas, torpes e criminosas atribuídas
pelos poetas, não a qualquer homem mas aos próprios deuses, e com a condenável
violência das artes mágicas) poderiam eles, como vizinhos e amigos, conciliar
os homens bons com os deuses maus — e constatámos que eram disso totalmente incapazes.
CAPÍTULO II
Entre os demónios,
que são inferiores aos deuses, haverá alguns bons sob cuja protecção possa a
alma humana alcançar a verdadeira felicidade?
Por conseguinte, com o prometemos no fim do livro
precedente, trataremos neste livro da diferença existente (a admitir que algum
a existe), não entre os deuses, todos considerados bons, nem entre os deuses e
os demónios, — aqueles separados dos homens por vastíssimos espaços, e estes colocados
entre os deuses e os homens—, mas da diferença que há entre os próprios
demónios: assunto este que respeita à presente questão.
Diz-se geralmente que há bons e maus demónios. Quer esta
opinião seja dos platónicos quer seja de quaisquer outros, não se pode
negligenciar a sua discussão. Convém que ninguém pense que se deve ater aos demónios
pretensamente bons, com o desejo e o cuidado de, por seu intermédio, alcançar a
benevolência dos deuses que considera bons, tendo em mira gozar, depois da
morte, da sua sociedade; e, desta forma apanhado na rede dos espíritos
malignos, vítima dos seus enganos, se arredaria para muito longe do verdadeiro
Deus só com o qual, só no qual, só pelo qual a alma humana, isto é, a alma
racional e intelectual é feliz.
CAPÍTULO III
Atribuições dos
demónios segundo Apuleio, que, embora lhes não negue a razão, não lhes atribui
qualquer virtude.
Qual é então a diferença entre bons e maus demónios? O
platónico Apuleio, tão minucioso acerca dos seus corpos aéreos quando deles
fala em termos gerais, emudece acerca das virtudes de que seriam dotados, caso
fossem bons. Ficou, pois, mudo acerca da causa da felicidade; não pôde, porém
, esconder os indícios da sua miséria: de facto, com o confessa, a sua mente,
que faz deles seres racionais, longe de estar impregnada e armada de virtude
para não ceder a qualquer paixão irracional, encontra-se, também ela, com o os
espíritos insensatos, de certo modo sacudida por violentas e tempestuosas
perturbações. Tais são as suas palavras sobre o caso:
É
quase sempre desta espécie de demónios que falam os poetas quando, não muito
longe da verdade, imaginam deuses hostis ou favoráveis a certos homens,
concedendo a prosperidade e o sucesso a uns e a adversidade e a aflição a
outros. Ei-los, pois, sujeitos à compaixão e à indignação, à angústia e à
alegria; mostram todos os aspectos das paixões humanas, baloiçados como nós nas
ondas dos pensamentos pelos mesmos movimentos do coração e as mesmas agitações
do espírito. Estas perturbações e tempestades estão muito longe da
tranquilidade dos deuses celestes [i].
Há nestas palavras lugar para a dúvida de que não são as
regiões inferiores da alma dos demónios, mas as suas próprias mentes, pelas
quais eles são racionais, que, segundo Apuleio, se perturbam como um mar em
fúria pela tempestade das paixões? Não são mesmo comparáveis aos homens sábios
que a estas perturbações da alma, mesmo quando as suportam como uma condição
desta vida, opõem uma imperturbável razão, sem nada aprovarem, cedendo-lhes, e
sem nada fazerem que se afaste do caminho da sabedoria e da lei da justiça. Mas
é aos mortais insensatos e iníquos que eles, não no corpo, mas nos costumes,
são semelhantes (para não dizermos piores, pois o seu mal é mais antigo e, por
um a justa pena, incurável). Flutuam à mercê das agitações do espírito, com o
aquele diz, sem que parte algum a da sua alma possa encontrar apoio na verdade
e na justiça, graças às quais se resiste à turbulência das depravadas paixões.
(cont)
(Revisão da versão portuguesa por ama)
Evangelho e comentário
Evangelho:
Mt 4, 1-11
Naquele
tempo, Jesus foi conduzido pelo Espírito ao deserto, a fim de ser tentado pelo
Diabo. Jejuou quarenta dias e quarenta noites e, por fim, teve fome. O tentador
aproximou-se e disse-lhe: «Se és Filho de Deus, diz a estas pedras que se
transformem em pães». Jesus respondeu-lhe: «Está escrito: ‘Nem só de pão vive o
homem, mas de toda a palavra que sai da boca de Deus’». Então o Diabo
conduziu-O à cidade santa, levou-O ao pináculo do templo e disse-Lhe: «Se és
Filho de Deus, lança-Te daqui abaixo, pois está escrito: ‘Deus mandará aos seus
Anjos que te recebam nas suas mãos, para que não tropeces em alguma pedra’».
Respondeu-lhe Jesus: «Também está escrito: ‘Não tentarás o Senhor teu Deus’».
De novo o Diabo O levou consigo a um monte muito alto, mostrou-Lhe todos os
reinos do mundo e a sua glória, e disse-Lhe: «Tudo isto Te darei, se,
prostrado, me adorares». Respondeu-lhe Jesus: «Vai-te, Satanás, porque está
escrito: ‘Adorarás o Senhor teu Deus e só a Ele prestarás culto’». Então o
Diabo deixou-O e aproximaram-se os Anjos e serviram-n'O.
Comentário:
É de facto um mistério o que
se relata neste trecho de São Mateus.
Em primeiro lugar,
perguntamo-nos como o Evangelista teve conhecimento tão detalhado do que aconteceu.
Sabemos que o Espírito Santo
iluminou a inteligência e guiou a mão dos Evangelistas e só pode ser esta a
explicação.
Resta-nos tentar perceber
porque foi necessário que este acontecimento fosse relatado, constasse no
Evangelho que, não o esqueçamos, é a Palavra de Deus?
A “minha explicação” – não
sou teólogo – é que o demónio não sabia, não tinha a certeza de Quem era Jesus
e tenta deste modo, descobrir o que não sabe, mas suspeita.
Desta forma confirma-se que
o demónio só tem poder sobre nós se lho consentirmos e não pode – nunca –
conhecer o nosso íntimo, mas apenas suspeitar pelos sinais que lhe damos.
(ama,
comentário sobre Mt 4, 1-11, 23.11.2016)
Para servir, servir
Tu também tens uma vocação profissional, que
te "espicaça". Sim, esse "aguilhão" é o anzol de pescar
homens. Rectifica, portanto, a intenção, e não deixes de adquirir todo o
prestígio profissional possível, em serviço de Deus e das almas. O Senhor conta
também com isso. (Sulco,
491)
Assim, como lema para o vosso trabalho, posso
indicar-vos este: para servir, servir. Porque para fazer as coisas, é
necessário, em primeiro lugar, saber concluí-las. Não acredito na rectidão da
intenção de quem não se esforça por conseguir a competência necessária para
cumprir bem os trabalhos de que está encarregado. Não basta querer fazer o bem;
é preciso saber fazê-lo. E, se queremos realmente, esse desejo traduzir-se-á no
empenho por utilizar os meios adequados para fazer as coisas bem acabadas, com
perfeição humana.
Além disso, esse serviço humano, essa
capacidade a que poderíamos chamar técnica, saber realizar o nosso ofício, deve
ter uma característica que foi fundamental no trabalho de S. José e que devia
ser fundamental em todo o cristão: o espírito de serviço, o desejo de trabalhar
para contribuir para o bem dos outros homens. O trabalho de S. José não foi um
trabalho que visasse a auto-afirmação, embora a dedicação de uma vida laboriosa
tenha forjado nele uma personalidade madura, bem delineada. O Santo Patriarca
trabalhava com a consciência de cumprir a vontade de Deus, pensando no bem dos
seus, Jesus e Maria, e tendo presente o bem de todos os habitantes da pequena
Nazaré. (Cristo que passa, 50–51)
Tratado da vida de Cristo 150
Art. 2 — Se Cristo também
desceu ao inferno dos condenados.
O
segundo discute-se assim. — Parece que Cristo também desceu ao inferno dos
condenados.
1.
— Pois, diz a divina Sabedoria: Penetrarei
todas as partes inferiores da terra. Ora, entre as partes inferiores da
terra também se conta o inferno dos condenados, segundo a Escritura: Entrarão nas profundezas da terra. Logo,
Cristo, a sabedoria de Deus, desceu também até ao inferno dos condenados.
2.
Demais. — Diz Pedro, que Deus ressuscitou
a Cristo, soltas as dores do inferno, porquanto era impossível que por este
fosse ele retido. Ora, não havia dores no inferno dos Patriarcas, nem
também no das crianças, que não sofrem a pena dos sentidos, por causa do pecado
actual, mas só a pena do dano, por causa do pecado original. Logo, Cristo
desceu ao inferno dos condenados, ou mesmo ao purgatório onde as almas sofrem a
pena dos sentidos, por causa dos pecados atuais.
3.
Demais. — A Escritura diz que Cristo foi
pregar aos espíritos que estavam no cárcere, que noutro tempo tinham sido
incrédulos. E isso, como o explica Atanásio, entende-se como a descida de Cristo aos infernos. Pois, diz, que o corpo de Cristo foi deposto no
sepulcro, quando se adiantou a pregar aos espíritos que estavam no cárcere,
como diz Pedro. Ora, sabemos que os incrédulos estavam no inferno dos
condenados. Logo, Cristo desceu ao inferno dos condenados.
4.
Demais. — Diz Agostinho: Se a Escritura,
dizendo que Cristo, depois da sua morte, foi ao seio de Abraão, não quis com
isso designar o inferno e as suas dores, admiro-me de quem ousasse afirmar que
desceu aos infernos. Mas desde que o inferno e os seus tormentos aí estão
designados por um testemunho evidente, nenhuma causa ocorre de crermos que o
Salvador desceu ao inferno, senão para livrar os que sofriam tais tormentos.
Ora, o lugar dos tormentos é o inferno dos condenados, Logo, Cristo desceu ao
inferno dos condenados.
5.
Demais. — Diz Agostinho, num Sermão sobre a Ressurreição, - que Cristo, descendo aos infernos, libertou
todos os justos, que nele estavam encerrados, por causa do pecado original.
Ora, entre eles estava também Job, que diz de si mesmo: Todas as minhas causas desceram ao mais profundo dos infernos.
Logo, Cristo também desceu ao profundíssimo dos infernos.
Mas,
em contrário, diz Job do inferno dos condenados: Antes que vá para não tornar, para aquela terra tenebrosa e coberta da
escuridade da morte, etc. Ora, não
pode haver nenhum comércio entre a luz e as trevas, diz o Apóstolo. Logo,
Cristo, que é luz, não desceu ao interno dos condenados.
De dois modos podemos dizer que um ser está num lugar. — Primeiro pelo seu
efeito. E, neste sentido, Cristo desceu a cada um dos infernos, mas de maneiras
diferentes. Assim, sobre o inferno dos condenados produziu o efeito de descendo
a eles, convencê-las da sua malícia e incredulidade. Quanto aos detidos no
purgatório, deu-lhes a esperança de alcançarem a glória. E aos Santos Patriarcas,
que só pelo pecado original estavam enclausurados no inferno, infundiu-lhes o
lume da glória eterna. - Por outro modo, dizemos que um ser está num lugar,
pela sua essência. E, neste sentido a alma de Cristo desceu só ao lugar do
inferno onde estavam encerrados os justos, a fim de que os interiormente
visitados pela graça da sua divindade, a esses também os visitasse localmente a
sua alma. Assim, pois, embora não estivesse localmente senão numa parte do
inferno, contudo o seu efeito de certo modo derivou para todas as partes dele;
como também, tendo sofrido num lugar da terra, libertou todo o mundo com a sua
Paixão.
DONDE
A RESPOSTA À PRIMEIRA OBJECÇÃO. — Cristo, a Sabedoria de Deus, penetrou todas
as partes inferiores da terra, não as percorrendo todas, localmente, a sua
alma, mas estendendo de certo modo a todas o efeito do seu poder; mas de modo
que iluminou só os justos. Assim, o lugar citado continua: E esclarecerei a todos os que esperam no Senhor.
RESPOSTA
À SEGUNDA. — Há duas espécies de dor. Uma é a resultante do sofrimento da pena
que os homens padecem, pelo pecado actual — segundo a Escritura: Dores do inferno me cercaram. Outra é a
dor resultante da dilatação da glória esperada, conforme o lugar da Escritura: A esperança que se retarda aflige a alma.
E essa era a dor sofrida pelos santos Patriarcas no inferno. E para o
significar Agostinho diz, que oravam a
Cristo, obcecando-o com lágrimas. — Ora, Cristo fez cessar uma e outra dor,
descendo aos infernos, mas de modos diferentes. Assim, solveu as dores das
penas, preservando delas, como dizemos que o médico cura a doença da qual nos
preserva com o seu remédio. E as dores causadas pela dilatação da glória
solveu-as actualmente, dando a glória.
RESPOSTA
À TERCEIRA. — O que diz Pedro, no lugar citado, alguns o referem à descida de
Cristo aos infernos, expondo-o desta maneira: Aos que estavam encerrados no cárcere, isto é, no inferno, em espírito,
isto é, quanto à alma, a esses Cristo veio pregar, que foram antes incrédulos.
Por isso diz Damasceno: Assim como
evangelizou os que viviam na terra, assim também os que estavam no inferno; não
certamente para converter os incrédulos à fé, mas para convencê-los de
infidelidade. Pois, não podemos
entender por essa pregação senão a manifestação da sua divindade aos
encarcerados do inferno pela milagrosa descida de Cristo até eles. - Mas
Agostinho expõe melhor, referindo tais palavras, não à descida de Cristo aos infernos, mas a um acto da sua divindade,
que exerceu desde o princípio do mundo. Sendo então o sentido: aos que estavam encerrados no cárcere, isto
é, vivendo num corpo mortal, que é um como cárcere da alma, a esses adiantou-se
a pregar pelo espírito da sua divindade, por inspirações internas e ainda
mediante advertências externas pela boca dos justos. A esses, digo, pregou, que
outrora tinham sido incrédulos, isto é, a Noé que lhes pregou, quando contavam
com a paciência de Deus, pela qual diferisse a pena do dilúvio. E por isso
Pedro acrescenta: Nos dias de Noé, quando
se fabricava a arca.
RESPOSTA
À QUARTA. — O seio de Abraão pode ser entendido de dois modos. - Primeiro, pela
isenção que nele havia de toda pena sensível. E por aí, nem lhe cabia o nome de
inferno, nem nenhumas dores nele haviam. - Noutro sentido podemos considerá-la
quando à privação da glória esperada. E então implica a ideia de inferno e de
dor. Por isso costumamos chamar seio de Abraão a esse repouso dos
bem-aventurados, sem, contudo, lhe chamar inferno; nem dizemos que houvesse
dores no seio de Abraão.
RESPOSTA
À QUINTA. — Como diz Gregório no mesmo lugar, Job chama inferno profundíssimo mesmo às partes superiores do inferno.
Se, pois, consideradas as alturas do céu, o nosso ar é um inferno caliginoso;
considerada a altura desse mesmo ar, a terra, que está na parte inferior, pode
ser tomada como um inferno profundo. Quanto, porém, à altura propria da terra,
aqueles lugares do inferno, superiores aos demais compartimentos dele, podem
ser significados pela denominação, ora usada, de inferno profundíssimo.
Nota: Revisão da versão portuguesa por ama.
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