05/03/2017

Publicaçõesem 05.03.2017


Quaresma 2017– prácticas básicas

Neste período que começou na Quarta-Feira de Cinzas e termina na Quarta-Feira da Semana Santa, somos convidados afazer o confronto especial entre as nossas vidas e a mensagem cristã expressa nos Evangelhos. Este confronto deve levar-nos a aprofundar a compreensão da Palavra de Deus e a intensificar a prática dos princípios essenciais da fé.
É um tempo de transformação, em que nos devemos exercitar espiritualmente para podermos melhorar. É um tempo de alegria, em que devemos estar atentos às oportunidades de mais amar.

Oração – para aprofundar e melhorar a minha relação com Deus. Trata-se de dar mais tempo e tempo de qualidade ao meu relacionamento com o Pai.
Esmola – para melhor amar e melhorar a minha relação com os outros. Estar atento aos que me rodeiam (Família, amigos, colegas de trabalho) e também aos que estão mais longe, mas que têm algum tipo de necessidades.
Jejum – para adquirir maior liberdade interior. Procurar as minhas dependências, aquelas que me limitam, afastam os outros, e tentar combatê-las.

Alguns exemplos destas três prácticas:

Oração
(como, quanto tempo, de que maneira)
Esmola
(ir ao encontro do outro de forma positiva)
Jejum
(libertar de manias, preconceitos, vícios)
Meditação
Ajudar financeiramente pessoas vítimas da actual crise
Abster-se de beber ou comer o que nos dá maior prazer.
Exame de consciência
Dar atenção a alguém
Televisão
Eucaristia
Ajudar instituições de cariz social
Determinado tipo de conversas
Reconciliação
Agradecer
Show off
Rezar o terço
Dizer coisas positivas
Comentar ou fazer juízos de valor sobre o próximo
Rezar pelos outros
Um sorriso
Evitar compras desnecessárias
Fazer silêncio no meu dia
Visitar um doente, um idoso.
Computador

E, no fim do dia, pensar em algo que fiz bem e em algo que poderia ter feito melhor.



(Síntese elaborada com base na Mensagem do Papa Francisco para a Quaresma de 2017)

Fátima: Centenário - Oração diária


Senhora de Fátima:

Neste ano do Centenário da tua vinda ao nosso País, cheios de confiança vimos pedir-te que continues a olhar com maternal cuidado por todos os portugueses.
No íntimo dos nossos corações instala-se alguma apreensão e incerteza em relação a este nosso País.

Sabes bem que nos referimos às diferenças de opinião que se transformam em desavenças, desunião e afastamento; aos casais desfeitos com todas as graves consequências; à falta de fé e de prática da fé; ao excessivo apego a coisas passageiras deixando de lado o essencial; aos respeitos humanos que se traduzem em indiferença e falta de coragem para arrepiar caminho; às doenças graves que se arrastam e causam tanto sofrimento.
Faz com que todos, sem excepção, nos comportemos como autênticos filhos teus e com a sinceridade, o espírito de compreensão e a humildade necessárias para, com respeito de uns pelos outros, sermos, de facto, unidos na Fé, santos e exemplo para o mundo.

Que nenhum de nós se perca para a salvação eterna.

Como Paulo VI, aqui mesmo em 1967, te repetimos:

Monstra te esse Matrem”, Mostra que és Mãe.

Isto te pedimos, invocando, uma vez mais, ao teu Dulcíssimo Coração, a tua protecção e amparo.


AMA, Fevereiro, 2017

Así inventó Money la ideología de género

Así inventó Money la ideología de género: el bebé que fue su cobaya humana y que acabó suicidándose

John Money utilizó al bebé Reimer para sus experimentos y acabó destrozando a toda su familia

La ideología de género va colonizando rápidamente la sociedad. Cada vez más leyes están siendo aprobadas por todo el mundo en la que los niños son un objetivo prioriatario. Precisamente, la gran ofensiva LGTB que se está realizando en la actualidad está centrada en los llamados “menores transexuales”.

Clases en las escuelas, adoctrinamiento de niños, publicidad en las calles y en la prensa. Todo para convencer que el sexo es una construcción social y que el niño a los 4 años elige su “género” por lo que hay que apoyar la ingesta masiva de hormonas y la reasignación de sexo. Sin embargo, los científicos y expertos alertan del daño que se puede hacer los menores.

El cirujano plástico Patrick Lappert avisa de que “las cirugías transgénero de cambio de sexo” son “permanentes e irreversibles”. “No hay nada reversible en la cirugía genital: es una mutilación permanente e irreversible de la persona humana. Y no hay otra palabra para ello. Se traduce en la esterilidad permanente. Es una disolución permanente de las funciones unitivas y procreadoras. E incluso el aspecto unitivo de la adherencia sexual se ve radicalmente obstaculizado si no totalmente destruido".

Sin embargo, la esencia de la ideología de género se basa en utilizar a los niños, pues comenzó utilizando a bebés como cobayas humanas, cuyas consecuencias fueron terribles. Pero esto es algo que los ideólogos de género ocultan por su macabro origen.

Los macabros orígenes de la ideología de género
El inventor de la ideología de género fue John Money, un médico que no se oponía a la pedofilia y que apoyaba todo tipo de prácticas sexuales aberrantes. Y pasó de la teoría de género que promulgaba a la práctica gracias a dos hermanos Bruce y Brian Reimer, con los que experimentó para probar su “reasignación sexual” e intentar demostrar que la identidad de una persona no está fundada en los datos biológicos del nacimiento, sino en las influencias culturales y el ambiente en el que crece. Una vez adultos, ambos se suicidaron tras haber pasado múltiples sufrimientos. Esta historia la recogió John Colapinto en su libro As Nature Made Him. The Boy Who Was Raised as a Girl.

El 22 de agosto de 1965 nacieron en el hospital St. Boniface de Winnipeg (Canadá) dos gemelos idénticos, Bruce y Brian Reimer. Ambos tenían un problema de fimosis en el pene, por lo que fue necesaria una circuncisión, operación sencilla y de rutina, a la que los padres, Ron y Janet, dieron su consentimiento sin problemas.  Pero en la operación se produjo un problema y quemaron el pene de Bruce, que “se separó en trocitos”.

La cobaya humana que estaba esperando
Los padres, desesperados, tras una serie de consultas médicas se pusieron en manos de John Money, un médico del que habían oído hablar en la televisión por sus milagros de «reasignación sexual» que llevaba a cabo en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore. Money era ya entonces uno de los investigadores en sexología más respetados del mundo.

Money, que guiaba la clínica pionera en cirugía transexual de Baltimore, estuvo encantado de ocuparse del pequeño. Bruce era la cobaya que él estaba esperando para demostrar la bondad de sus teorías, un pequeño varón sin pene al que podía transformar en una niña.

Este doctor se caracterizaba por animar a sus pacientes a experimentar con todo tipo de deseo sexual, incluida la «lluvia dorada» (orinarse encima durante la relación sexual), la coprofilia, las amputaciones y el autoestrangulamiento. Para Money no eran perversiones, sino «parafilias».

El doctor "me parecía un dios", dice la madre
Hasta conocer a Bruce, el campo de acción de Money se había limitado a los hermafroditas. El niño fue para él su ocasión dorada.  Cuando Ron y Janet, que entonces tenían sólo 20 y 21 años, le conocieron, se quedaron fascinados por el personaje. «Me parecía un dios», dice ella.

El médico les explicó que le podía dar al niño una vagina que funcionara perfectamente, pero que necesitaba su colaboración para que Bruce se convirtiese en niña. Era importante que la vistieran como una niña, que no le cortaran el pelo, que hicieran lo posible para que ella se sintiera “una ella” y no “un él”. Así tendría una vida feliz.

Primer paso: castrar al niño
El 3 de julio de 1967 Bruce fue castrado por el Dr. Howard Jones, un colaborador de Money que seguidamente lo abandonó para emprender una profesión más remunerativa: abrió en Virginia la primera clínica para la fecundación in vitro.De este modo, Bruce se convirtió en Brenda. Durante los primeros años, Ron y Janet se lanzaron de cabeza en esta empresa.

Pero algo no iba bien. La pequeña Brenda ignoraba las muñecas que le regalaban, adoraba pelear con sus amiguitos, construía fuertes en lugar de peinarse delante del espejo. En el baño, hacía pipí de pie. Los primeros años de colegio empeoraron muchísimo la situación. Brenda empezó a ser especialmente violenta y la suspendieron.

Mientras tanto, en 1972, Money publicó su libro Man & Woman, Boy & Girl (Hombre y Mujer, Niño y Niña), en el que puso al mundo al corriente del extraordinario «caso de los dos gemelos».  El volumen describía el experimento como un «rotundo éxito». Era la «prueba concluyente» de que «no se nace varones o hembras, sino que uno se convierte en varón o en hembra». Todo el mundo le alababa. Prensa, todas las feministas e incluso sus compañeros.

El mundo adoptó la nueva ideología
Sólo un desconocido investigador llamado Milton Diamond se atrevió a expresar su perplejidad ante el caso. Pero fue ignorado. Al contrario, «el caso de los gemelos de Money fue decisivo para que se aceptara universalmente no sólo la teoría según la cual los seres humanos son, cuando nacen, psicosexualmente modelables, sino también la cirugía de reasignación sexual como tratamiento para los niños con genitales ambiguos o dañados. El método, que antes se realizaba sólo en el Johns Hopkins, se difundió rápidamente y hoy se lleva a cabo en casi todos los principales hospitales del país».

Brenda seguía comportándose «como un marimacho», defendía a su hermano en las peleas y le costaba estar con sus amigas. Periódicamente, los dos hermanos iban a la clínica de Money para ser sometidos a unos estresantes test psicológicos.  Durante estas sesiones, a los dos gemelos de seis años se les mostraban imágenes de sexo explícitas «para reforzar su identidad/rol de género».

Los dos hermanos estaban obligados a simular actos sexuales entre ellos.  En una ocasión, el Dr. Money «les hizo una foto con una Polaroid». Para Brenda, estas sesiones, a las que se tenía que someter también sola, eran una tortura. En sus sueños imaginaba que era un veinteañero «con bigotes», pero tenía miedo de decírselo a sus padres por temor a desilusionarlos.

De hecho, Ron y Janet, frustrados por el comportamiento de la niña, intentaban por todos los medios aplicar los consejos de Money: se paseaban desnudos por la casa, iban a campamentos de nudistas, presionaban a la pequeña para que asumiera actitudes femeninas. Todo ello les llevó a un agotamiento nervioso: Janet intentó suicidarse, Ron empezó a beber.

"Brenda" comenzó a tener instintos suicidas
Money, mientras tanto, publicó un nuevo libro de éxito (Sexual Signatures, "Características sexuales") en el que volvió a hablar de Brenda, que «estaba atravesando felizmente su infancia como una verdadera chica». La realidad es que Brenda, con once años, empezó a tener instintos suicidas.  Los asistentes sociales y los médicos de su ciudad entendieron que algo no iba bien, pero la fama de Money era demasiado grande para poder ensombrecerla.

A los doce años empezó el tratamiento con estrógenos para hacer crecer el pecho. En la última visita que tuvo en el estudio del Dr. Money tuvo un encuentro con un transexual que le magnificó las ventajas de la operación quirúrgica de cambio de sexo. Brenda huyó y les dijo a sus padres que si la obligaban a volver «se suicidaría».

Aunque ya alejada del médico, Brenda siguió teniendo una vida difícil. En el colegio la llamaban «gorila» y algunos periodistas empezaron a interesarse en ella. En 1977, un equipo de la BBC fue a Winnipeg para hablar con sus médicos. Todos confirmaron la misma impresión: Brenda no era la «chica feliz» de la que hablaban los best-sellers de Money.

El mismo doctor, contactado por la BBC, se negó a ver a los periodistas, cerrándoles la puerta en las narices. El documental, titulado The First Question (La primera pregunta), emitido el 19 de marzo de 1980, pasó inadvertido.

El "alivio" de conocer la verdad
Algunos días antes, el 14 de marzo, Ron le había revelado a su hija su historia, Brenda «se sintió aliviada» porque por fin entendió que «no estaba loca». La primera pregunta que le hizo a su padre fue: «¿Cuál es mi nombre?».

Brenda decidió volver a su sexo biológico. Eligió llamarse David porque este es el nombre «del rey asesino de gigantes de la Biblia», el niño que combate y vence al poderoso Goliat.  Empezó a inyectarse testosterona, le crecieron los primeros pelos en el rostro, a los dieciséis años se sometió a la primera operación para la creación del pene. Mientras esperaba la mayoría de edad, permaneció escondido dos años en el sótano de su casa. A los veintidós años se sometió a una faloplastia y, dos años después, tuvo su primera relación sexual. Pero aún era profundamente infeliz.

En el verano de 1988 David hizo «algo que no había hecho antes: acabé rezando. Dije: “Tú sabes que he tenido una vida terrible. No tengo intención de quejarme contigo porque Tú debes saber porque me estás haciendo pasar por todo esto. Podría ser un buen marido, si se me diera la posibilidad”». Dos meses después conoció a Jane, una madre soltera que había tenido tres hijos de tres hombres distintos. Se enamoraron. Se casaron el 22 de septiembre de 1990.

El declive de Money
Milton Diamond, el primer investigador que contestó las tesis de Money, asestó un duro golpe a su credibilidad. Money, aunque ya no hablaba del caso de los gemelos, seguía sosteniendo las tesis de género que continuaron facilitándole grandes financiaciones, también públicas.

Diamond, después de haber conocido a David, escribió un artículo para desvelar la realidad sobre el “caso de los dos gemelos”.  La tesis del texto era que, aunque la educación tenía un papel importante al plasmar la identidad, ésta es fruto del dato biológico concedido por la naturaleza. Diamond tardó dos años en encontrar una revista que aceptara el texto y cuando apareció fue una bomba.

Se destapa la verdad
Para Money – «Hot Love Doctor» (Doctor Amor Caliente, ndr), como lo llamaban los periódicos – empezó el declive. En el Johns Hopkins se nombró como director de psiquiatría a Paul McHugh, un católico orgulloso de serlo, que puso en marcha una investigación sobre cincuenta transexuales tratados en la clínica para la identidad sexual del Hopkins desde su fundación en 1966. Ninguno de ellos había sentido ningún beneficio.  Se cerró la clínica, a pesar de las inútiles protestas de la comunidad transgender.

La familia Reimer nunca sanó
Los demonios no dejaron de perseguir a la familia Reimer. Solo Ron, después de un periodo difícil vinculado al alcohol, consiguió retomar las riendas de su vida.  Janet siguió sufriendo profundas crisis depresivas.

Brian tuvo varios fracasos matrimoniales y pasó por las drogas y el alcohol. Se suicidó en 2002.  David, después de la muerte de su hermano, no fue el mismo. La empresa en la que trabajaba cerró, peleó con su mujer. El 4 de mayo de 2004 condujo hasta un parking aislado y se disparó en la cabeza. Tenía 38 años.

ReL2 febrero 2017


Doutrina - 230

CATECISMO DA IGREJA CATÓLICA

Compêndio


PRIMEIRA PARTE: A PROFISSÃO DA FÉ
PRIMEIRA SECÇÃO: «EU CREIO» – «NÓS CREMOS»

CAPÍTULO SEGUNDO: DEUS VEM AO ENCONTRO DO HOMEM

A REVELAÇÃO DE DEUS

10. Qual o valor das revelações privadas?


Embora não pertençam ao depósito da fé, elas podem ajudar a viver esta mesma fé, desde que mantenham uma estrita orientação para Cristo. O Magistério da Igreja, ao qual compete discernir as revelações privadas, não pode, por isso, aceitar aquelas que pretendem superar ou corrigir a Revelação definitiva que é Cristo.

Epístolas de São Paulo – 5

Epístola de São Paulo aos Romanos

I. O EVANGELHO QUE NOS DÁ A SALVAÇÃO (1,18-11,36)

Capítulo 4

Abraão, modelo de fé

1Que havemos de dizer de Abraão, nosso antepassado segundo a carne? Que obteve ele afinal? 2É que, se Abraão foi justificado por causa das obras, tem um motivo para se poder gloriar, mas não diante de Deus. 3Que diz, de facto, a Escritura? Que Abraão acreditou em Deus e isso foi-lhe atribuído à conta de justiça. 4Ora bem, àquele que realiza obras, o salário não lhe é atribuído como oferta, mas como dívida. 5Aquele, porém, que não realiza qualquer obra, mas acredita naquele que justifica o ímpio, a esse a sua fé é-lhe atribuída como justiça. 6Aliás é assim que David celebra a felicidade do homem a quem Deus atribui a justiça independentemente das obras:
7Felizes aqueles a quem foram perdoados os delitos e a quem foram cobertos os pecados! 8Feliz o homem a quem o Senhor não tem em conta o pecado!
9Ora esta felicidade, será proclamada só em relação aos circuncidados ou também em relação aos não-circuncidados? Sim, porque nós dizemos: A fé de Abraão foi-lhe atribuída à conta de justiça.
10Afinal, como é que foi atribuída? Depois de se ter circuncidado ou antes? Não, não foi depois, mas antes de se ter circuncidado. 11E recebeu o sinal da circuncisão como selo da justiça, obtida pela fé que tinha, antes de se ter circuncidado. Foi assim que ele se tornou pai de todos os crentes não-circuncidados, para que também a eles seja atribuída a justiça, 12e pai dos circuncidados, daqueles que não somente pertencem ao povo dos circuncisos, mas também seguem as pegadas da fé do nosso pai Abraão antes de ser circuncidado.

Fé no poder de Deus

13Não foi em virtude da Lei, mas da justiça obtida pela fé que a Abraão, ou à sua descendência, foi feita a promessa de que havia de receber o mundo em herança. 14De facto, se os herdeiros o são em virtude da lei, nesse caso tornou-se inútil a fé e ficou sem efeito a promessa. 15É que a lei produz a ira; mas onde não há lei também não há transgressão.
16Por isso, é da fé que depende a herança. Só assim é que esta é gratuita, de tal modo que a promessa se mantém válida para todos os descendentes: não apenas para aqueles que o são em virtude da Lei, mas também para os que o são em virtude da fé de Abraão, pai de todos nós, 17conforme o que está escrito: Fiz de ti o pai de muitos povos. Pai diante daquele em quem acreditou, o Deus que dá vida aos mortos e chama à existência o que não existe.
18Foi com uma esperança, para além do que se podia esperar, que ele acreditou e assim se tornou pai de muitos povos, conforme o que tinha sido dito: Assim será a tua descendência. 19Sim, ele não vacilou na fé ao ver como o seu corpo já estava sem vida - com quase cem anos - como sem vida estava o seio de Sara. 20Diante da promessa de Deus, não duvidou por falta de fé. Pelo contrário, tornou-se mais forte na fé e deu glória a Deus, 21plenamente convencido de que Ele tinha poder para realizar o que tinha prometido. 22Esta foi exactamente a razão pela qual isso lhe foi atribuído à conta de justiça.

23Não é só por causa dele que está escrito foi-lhe atribuído, 24mas também por causa de nós, a quem a fé será tida em conta, nós que acreditamos naquele que ressuscitou dos mortos Jesus, Senhor nosso, 25entregue por causa das nossas faltas e ressuscitado para nossa justificação.

Leitura espiritual

A CIDADE DE DEUS

Vol. 2

LIVRO IX

Depois de se referir, no livro anterior, ao repúdio do culto dos demónios (que, realmente, com muitos argumentos, eles próprios se apresentam com os espíritos maus) vai Agostinho agora, neste livro, ao encontro dos que alegam que há diferença entre demónios bons e demónios maus. Rebatida esta diferença, demonstra que só a Cristo pode caber o papel de mediador para a vida eterna.

CAPÍTULO I

A que ponto chegou a questão e que é que falta para tratar.

A respeito dos deuses, há quem julgue que uns são bons e outros maus. Mas também há quem, fazendo deles o melhor conceito, lhes atribua honra e glória tais que não se atreve a pensar que haja algum deus mau. Mas os que afirmaram que havia deuses bons e deuses maus, também aos demónios deram o nome de deuses; e às vezes, embora raramente, também deram o nom e de demónios aos deuses — reconhecendo que o próprio Júpiter, de quem eles fazem o rei e chefe dos outros deuses, foi alcunhado de demónio por Homero.

Mas os que dizem que todos os deuses são bons e muito superiores aos homens que tem os por bons, com razão se perturbam com os feitos dos demónios; e, com o não podem negar esses feitos nem po­dem admitir que possam ser cometidos por deuses — que, na sua opinião, são todos bons —, são obrigados a estabelecer diferenças entre os deuses e os demónios. De modo que atribuem aos demónios e não aos deuses tudo o que com razão lhes desagrada nas obras e nos sentimentos depravados em que se revela o poder dos espíritos ocultos. Estão, porém, convencidos de que os demónios estão de tal forma colocados entre os deuses e os homens, que são eles que transmitem os pedidos dos homens e lhes trazem os favores dos deuses, já que nenhum deus se pode misturar com os homens. E esta a opinião dos platónicos, os mais eminentes e reputados filósofos, com os quais, devido ao seu alto valor, me pareceu conveniente discutir esta questão: se o culto da multidão de deuses tem algum a utilidade para se obter a vida feliz que nos espera depois da morte.

No livro precedente, indagámos por que convénio os demónios (que se comprazem com o que os homens bons e prudentes reprovam e condenam, isto é, com as ficções sacrílegas, torpes e criminosas atribuídas pelos poetas, não a qualquer homem mas aos próprios deuses, e com a condenável violência das artes mágicas) poderiam eles, como vizinhos e amigos, conciliar os homens bons com os deuses maus — e constatámos que eram disso totalmente incapazes.

CAPÍTULO II

Entre os demónios, que são inferiores aos deuses, haverá alguns bons sob cuja protecção possa a alma humana alcançar a verdadeira felicidade?

Por conseguinte, com o prometemos no fim do livro precedente, trataremos neste livro da diferença existente (a admitir que algum a existe), não entre os deuses, todos considerados bons, nem entre os deuses e os demónios, — aqueles separados dos homens por vastíssimos espaços, e estes colocados entre os deuses e os homens—, mas da diferença que há entre os próprios demónios: assunto este que respeita à presente questão.

Diz-se geralmente que há bons e maus demónios. Quer esta opinião seja dos platónicos quer seja de quaisquer outros, não se pode negligenciar a sua discussão. Convém que ninguém pense que se deve ater aos demónios pretensamente bons, com o desejo e o cuidado de, por seu intermédio, alcançar a benevolência dos deuses que considera bons, tendo em mira gozar, depois da morte, da sua sociedade; e, desta forma apanhado na rede dos espíritos malignos, vítima dos seus enganos, se arredaria para muito longe do verdadeiro Deus só com o qual, só no qual, só pelo qual a alma humana, isto é, a alma racional e intelectual é feliz.

CAPÍTULO III

Atribuições dos demónios segundo Apuleio, que, embora lhes não negue a razão, não lhes atribui qualquer virtude.

Qual é então a diferença entre bons e maus demónios? O platónico Apuleio, tão minucioso acerca dos seus corpos aéreos quando deles fala em termos gerais, emudece acerca das virtudes de que seriam dotados, caso fossem bons. Ficou, pois, mudo acerca da causa da feli­cidade; não pôde, porém , esconder os indícios da sua miséria: de facto, com o confessa, a sua mente, que faz deles seres racionais, longe de estar impregnada e armada de virtude para não ceder a qualquer paixão irracional, encontra-se, também ela, com o os espíritos insensatos, de certo modo sacudida por violentas e tempestuosas perturbações. Tais são as suas palavras sobre o caso:

É quase sempre desta espécie de demónios que falam os poetas quando, não muito longe da verdade, imaginam deuses hostis ou favoráveis a certos homens, concedendo a prosperidade e o sucesso a uns e a adversidade e a aflição a outros. Ei-los, pois, sujeitos à compaixão e à indignação, à angústia e à alegria; mostram todos os aspectos das paixões humanas, baloiçados como nós nas ondas dos pensamentos pelos mesmos movimentos do coração e as mesmas agitações do espírito. Estas perturbações e tempestades estão muito longe da tranquilidade dos deuses celestes [i].

Há nestas palavras lugar para a dúvida de que não são as regiões inferiores da alma dos demónios, mas as suas próprias mentes, pelas quais eles são racionais, que, segundo Apuleio, se perturbam como um mar em fúria pela tempestade das paixões? Não são mesmo comparáveis aos homens sábios que a estas perturbações da alma, mesmo quando as suportam como uma condição desta vida, opõem uma imperturbável razão, sem nada aprovarem, cedendo-lhes, e sem nada fazerem que se afaste do caminho da sabedoria e da lei da justiça. Mas é aos mortais insensatos e iníquos que eles, não no corpo, mas nos costumes, são semelhantes (para não dizermos piores, pois o seu mal é mais antigo e, por um a justa pena, incurável). Flutuam à mercê das agitações do espírito, com o aquele diz, sem que parte algum a da sua alma possa encontrar apoio na verdade e na justiça, graças às quais se resiste à turbulência das depravadas paixões.


(cont)

(Revisão da versão portuguesa por ama)





[i] Apuleio, De Deo Socratis, XII; ed. Thomas, p. 20.

Evangelho e comentário

Tempo da Quaresma


Evangelho: Mt 4, 1-11

Naquele tempo, Jesus foi conduzido pelo Espírito ao deserto, a fim de ser tentado pelo Diabo. Jejuou quarenta dias e quarenta noites e, por fim, teve fome. O tentador aproximou-se e disse-lhe: «Se és Filho de Deus, diz a estas pedras que se transformem em pães». Jesus respondeu-lhe: «Está escrito: ‘Nem só de pão vive o homem, mas de toda a palavra que sai da boca de Deus’». Então o Diabo conduziu-O à cidade santa, levou-O ao pináculo do templo e disse-Lhe: «Se és Filho de Deus, lança-Te daqui abaixo, pois está escrito: ‘Deus mandará aos seus Anjos que te recebam nas suas mãos, para que não tropeces em alguma pedra’». Respondeu-lhe Jesus: «Também está escrito: ‘Não tentarás o Senhor teu Deus’». De novo o Diabo O levou consigo a um monte muito alto, mostrou-Lhe todos os reinos do mundo e a sua glória, e disse-Lhe: «Tudo isto Te darei, se, prostrado, me adorares». Respondeu-lhe Jesus: «Vai-te, Satanás, porque está escrito: ‘Adorarás o Senhor teu Deus e só a Ele prestarás culto’». Então o Diabo deixou-O e aproximaram-se os Anjos e serviram-n'O.

Comentário:

É de facto um mistério o que se relata neste trecho de São Mateus.

Em primeiro lugar, perguntamo-nos como o Evangelista teve conhecimento tão detalhado do que aconteceu.

Sabemos que o Espírito Santo iluminou a inteligência e guiou a mão dos Evangelistas e só pode ser esta a explicação.

Resta-nos tentar perceber porque foi necessário que este acontecimento fosse relatado, constasse no Evangelho que, não o esqueçamos, é a Palavra de Deus?

A “minha explicação” – não sou teólogo – é que o demónio não sabia, não tinha a certeza de Quem era Jesus e tenta deste modo, descobrir o que não sabe, mas suspeita.

Desta forma confirma-se que o demónio só tem poder sobre nós se lho consentirmos e não pode – nunca – conhecer o nosso íntimo, mas apenas suspeitar pelos sinais que lhe damos.

(ama, comentário sobre Mt 4, 1-11, 23.11.2016)






Para servir, servir

Tu também tens uma vocação profissional, que te "espicaça". Sim, esse "aguilhão" é o anzol de pescar homens. Rectifica, portanto, a intenção, e não deixes de adquirir todo o prestígio profissional possível, em serviço de Deus e das almas. O Senhor conta também com isso. (Sulco, 491)


Assim, como lema para o vosso trabalho, posso indicar-vos este: para servir, servir. Porque para fazer as coisas, é necessário, em primeiro lugar, saber concluí-las. Não acredito na rectidão da intenção de quem não se esforça por conseguir a competência necessária para cumprir bem os trabalhos de que está encarregado. Não basta querer fazer o bem; é preciso saber fazê-lo. E, se queremos realmente, esse desejo traduzir-se-á no empenho por utilizar os meios adequados para fazer as coisas bem acabadas, com perfeição humana.



Além disso, esse serviço humano, essa capacidade a que poderíamos chamar técnica, saber realizar o nosso ofício, deve ter uma característica que foi fundamental no trabalho de S. José e que devia ser fundamental em todo o cristão: o espírito de serviço, o desejo de trabalhar para contribuir para o bem dos outros homens. O trabalho de S. José não foi um trabalho que visasse a auto-afirmação, embora a dedicação de uma vida laboriosa tenha forjado nele uma personalidade madura, bem delineada. O Santo Patriarca trabalhava com a consciência de cumprir a vontade de Deus, pensando no bem dos seus, Jesus e Maria, e tendo presente o bem de todos os habitantes da pequena Nazaré. (Cristo que passa, 50–51)

Tratado da vida de Cristo 150

Questão 52: Da descida de Cristo aos infernos

Art. 2 — Se Cristo também desceu ao inferno dos condenados.

O segundo discute-se assim. — Parece que Cristo também desceu ao inferno dos condenados.

1. — Pois, diz a divina Sabedoria: Penetrarei todas as partes inferiores da terra. Ora, entre as partes inferiores da terra também se conta o inferno dos condenados, segundo a Escritura: Entrarão nas profundezas da terra. Logo, Cristo, a sabedoria de Deus, desceu também até ao inferno dos condenados.

2. Demais. — Diz Pedro, que Deus ressuscitou a Cristo, soltas as dores do inferno, porquanto era impossível que por este fosse ele retido. Ora, não havia dores no inferno dos Patriarcas, nem também no das crianças, que não sofrem a pena dos sentidos, por causa do pecado actual, mas só a pena do dano, por causa do pecado original. Logo, Cristo desceu ao inferno dos condenados, ou mesmo ao purgatório onde as almas sofrem a pena dos sentidos, por causa dos pecados atuais.

3. Demais. — A Escritura diz que Cristo foi pregar aos espíritos que estavam no cárcere, que noutro tempo tinham sido incrédulos. E isso, como o explica Atanásio, entende-se como a descida de Cristo aos infernos. Pois, diz, que o corpo de Cristo foi deposto no sepulcro, quando se adiantou a pregar aos espíritos que estavam no cárcere, como diz Pedro. Ora, sabemos que os incrédulos estavam no inferno dos condenados. Logo, Cristo desceu ao inferno dos condenados.

4. Demais. — Diz Agostinho: Se a Escritura, dizendo que Cristo, depois da sua morte, foi ao seio de Abraão, não quis com isso designar o inferno e as suas dores, admiro-me de quem ousasse afirmar que desceu aos infernos. Mas desde que o inferno e os seus tormentos aí estão designados por um testemunho evidente, nenhuma causa ocorre de crermos que o Salvador desceu ao inferno, senão para livrar os que sofriam tais tormentos. Ora, o lugar dos tormentos é o inferno dos condenados, Logo, Cristo desceu ao inferno dos condenados.

5. Demais. — Diz Agostinho, num Sermão sobre a Ressurreição, - que Cristo, descendo aos infernos, libertou todos os justos, que nele estavam encerrados, por causa do pecado original. Ora, entre eles estava também Job, que diz de si mesmo: Todas as minhas causas desceram ao mais profundo dos infernos. Logo, Cristo também desceu ao profundíssimo dos infernos.

Mas, em contrário, diz Job do inferno dos condenados: Antes que vá para não tornar, para aquela terra tenebrosa e coberta da escuridade da morte, etc. Ora, não pode haver nenhum comércio entre a luz e as trevas, diz o Apóstolo. Logo, Cristo, que é luz, não desceu ao interno dos condenados.

De dois modos podemos dizer que um ser está num lugar. — Primeiro pelo seu efeito. E, neste sentido, Cristo desceu a cada um dos infernos, mas de maneiras diferentes. Assim, sobre o inferno dos condenados produziu o efeito de descendo a eles, convencê-las da sua malícia e incredulidade. Quanto aos detidos no purgatório, deu-lhes a esperança de alcançarem a glória. E aos Santos Patriarcas, que só pelo pecado original estavam enclausurados no inferno, infundiu-lhes o lume da glória eterna. - Por outro modo, dizemos que um ser está num lugar, pela sua essência. E, neste sentido a alma de Cristo desceu só ao lugar do inferno onde estavam encerrados os justos, a fim de que os interiormente visitados pela graça da sua divindade, a esses também os visitasse localmente a sua alma. Assim, pois, embora não estivesse localmente senão numa parte do inferno, contudo o seu efeito de certo modo derivou para todas as partes dele; como também, tendo sofrido num lugar da terra, libertou todo o mundo com a sua Paixão.

DONDE A RESPOSTA À PRIMEIRA OBJECÇÃO. — Cristo, a Sabedoria de Deus, penetrou todas as partes inferiores da terra, não as percorrendo todas, localmente, a sua alma, mas estendendo de certo modo a todas o efeito do seu poder; mas de modo que iluminou só os justos. Assim, o lugar citado continua: E esclarecerei a todos os que esperam no Senhor.

RESPOSTA À SEGUNDA. — Há duas espécies de dor. Uma é a resultante do sofrimento da pena que os homens padecem, pelo pecado actual — segundo a Escritura: Dores do inferno me cercaram. Outra é a dor resultante da dilatação da glória esperada, conforme o lugar da Escritura: A esperança que se retarda aflige a alma. E essa era a dor sofrida pelos santos Patriarcas no inferno. E para o significar Agostinho diz, que oravam a Cristo, obcecando-o com lágrimas. — Ora, Cristo fez cessar uma e outra dor, descendo aos infernos, mas de modos diferentes. Assim, solveu as dores das penas, preservando delas, como dizemos que o médico cura a doença da qual nos preserva com o seu remédio. E as dores causadas pela dilatação da glória solveu-as actualmente, dando a glória.

RESPOSTA À TERCEIRA. — O que diz Pedro, no lugar citado, alguns o referem à descida de Cristo aos infernos, expondo-o desta maneira: Aos que estavam encerrados no cárcere, isto é, no inferno, em espírito, isto é, quanto à alma, a esses Cristo veio pregar, que foram antes incrédulos. Por isso diz Damasceno: Assim como evangelizou os que viviam na terra, assim também os que estavam no inferno; não certamente para converter os incrédulos à fé, mas para convencê-los de infidelidade. Pois, não podemos entender por essa pregação senão a manifestação da sua divindade aos encarcerados do inferno pela milagrosa descida de Cristo até eles. - Mas Agostinho expõe melhor, referindo tais palavras, não à descida de Cristo aos infernos, mas a um acto da sua divindade, que exerceu desde o princípio do mundo. Sendo então o sentido: aos que estavam encerrados no cárcere, isto é, vivendo num corpo mortal, que é um como cárcere da alma, a esses adiantou-se a pregar pelo espírito da sua divindade, por inspirações internas e ainda mediante advertências externas pela boca dos justos. A esses, digo, pregou, que outrora tinham sido incrédulos, isto é, a Noé que lhes pregou, quando contavam com a paciência de Deus, pela qual diferisse a pena do dilúvio. E por isso Pedro acrescenta: Nos dias de Noé, quando se fabricava a arca.

RESPOSTA À QUARTA. — O seio de Abraão pode ser entendido de dois modos. - Primeiro, pela isenção que nele havia de toda pena sensível. E por aí, nem lhe cabia o nome de inferno, nem nenhumas dores nele haviam. - Noutro sentido podemos considerá-la quando à privação da glória esperada. E então implica a ideia de inferno e de dor. Por isso costumamos chamar seio de Abraão a esse repouso dos bem-aventurados, sem, contudo, lhe chamar inferno; nem dizemos que houvesse dores no seio de Abraão.

RESPOSTA À QUINTA. — Como diz Gregório no mesmo lugar, Job chama inferno profundíssimo mesmo às partes superiores do inferno. Se, pois, consideradas as alturas do céu, o nosso ar é um inferno caliginoso; considerada a altura desse mesmo ar, a terra, que está na parte inferior, pode ser tomada como um inferno profundo. Quanto, porém, à altura propria da terra, aqueles lugares do inferno, superiores aos demais compartimentos dele, podem ser significados pela denominação, ora usada, de inferno profundíssimo.


Nota: Revisão da versão portuguesa por ama.