John
Money utilizó al bebé Reimer para sus experimentos y acabó destrozando a toda
su familia
La
ideología de género va colonizando rápidamente la sociedad. Cada vez más leyes
están siendo aprobadas por todo el mundo en la que los niños son un objetivo
prioriatario. Precisamente, la gran ofensiva LGTB que se está realizando en la
actualidad está centrada en los llamados “menores transexuales”.
Clases
en las escuelas, adoctrinamiento de niños, publicidad en las calles y en la
prensa. Todo para convencer que el sexo es una construcción social y que el
niño a los 4 años elige su “género” por lo que hay que apoyar la ingesta masiva
de hormonas y la reasignación de sexo. Sin embargo, los científicos y expertos
alertan del daño que se puede hacer los menores.
El
cirujano plástico Patrick Lappert avisa de que “las cirugías transgénero de
cambio de sexo” son “permanentes e irreversibles”. “No hay nada reversible en
la cirugía genital: es una mutilación permanente e irreversible de la persona
humana. Y no hay otra palabra para ello. Se traduce en la esterilidad
permanente. Es una disolución permanente de las funciones unitivas y
procreadoras. E incluso el aspecto unitivo de la adherencia sexual se ve
radicalmente obstaculizado si no totalmente destruido".
Sin
embargo, la esencia de la ideología de género se basa en utilizar a los niños,
pues comenzó utilizando a bebés como cobayas humanas, cuyas consecuencias
fueron terribles. Pero esto es algo que los ideólogos de género ocultan por su
macabro origen.
Los
macabros orígenes de la ideología de género
El
inventor de la ideología de género fue John Money, un médico que no se oponía a
la pedofilia y que apoyaba todo tipo de prácticas sexuales aberrantes. Y pasó
de la teoría de género que promulgaba a la práctica gracias a dos hermanos
Bruce y Brian Reimer, con los que experimentó para probar su “reasignación
sexual” e intentar demostrar que la identidad de una persona no está fundada en
los datos biológicos del nacimiento, sino en las influencias culturales y el
ambiente en el que crece. Una vez adultos, ambos se suicidaron tras haber
pasado múltiples sufrimientos. Esta historia la recogió John Colapinto en su
libro As Nature Made Him. The Boy Who Was Raised as a Girl.
El
22 de agosto de 1965 nacieron en el hospital St. Boniface de Winnipeg (Canadá)
dos gemelos idénticos, Bruce y Brian Reimer. Ambos tenían un problema de fimosis
en el pene, por lo que fue necesaria una circuncisión, operación sencilla y de
rutina, a la que los padres, Ron y Janet, dieron su consentimiento sin
problemas. Pero en la operación se
produjo un problema y quemaron el pene de Bruce, que “se separó en trocitos”.
La
cobaya humana que estaba esperando
Los
padres, desesperados, tras una serie de consultas médicas se pusieron en manos
de John Money, un médico del que habían oído hablar en la televisión por sus
milagros de «reasignación sexual» que llevaba a cabo en el Johns Hopkins
Hospital de Baltimore. Money era ya entonces uno de los investigadores en
sexología más respetados del mundo.
Money,
que guiaba la clínica pionera en cirugía transexual de Baltimore, estuvo
encantado de ocuparse del pequeño. Bruce era la cobaya que él estaba esperando
para demostrar la bondad de sus teorías, un pequeño varón sin pene al que podía
transformar en una niña.
Este
doctor se caracterizaba por animar a sus pacientes a experimentar con todo tipo
de deseo sexual, incluida la «lluvia dorada» (orinarse encima durante la
relación sexual), la coprofilia, las amputaciones y el autoestrangulamiento.
Para Money no eran perversiones, sino «parafilias».
El
doctor "me parecía un dios", dice la madre
Hasta
conocer a Bruce, el campo de acción de Money se había limitado a los
hermafroditas. El niño fue para él su ocasión dorada. Cuando Ron y Janet, que entonces tenían sólo
20 y 21 años, le conocieron, se quedaron fascinados por el personaje. «Me
parecía un dios», dice ella.
El
médico les explicó que le podía dar al niño una vagina que funcionara
perfectamente, pero que necesitaba su colaboración para que Bruce se
convirtiese en niña. Era importante que la vistieran como una niña, que no le
cortaran el pelo, que hicieran lo posible para que ella se sintiera “una ella”
y no “un él”. Así tendría una vida feliz.
Primer
paso: castrar al niño
El 3
de julio de 1967 Bruce fue castrado por el Dr. Howard Jones, un colaborador de
Money que seguidamente lo abandonó para emprender una profesión más
remunerativa: abrió en Virginia la primera clínica para la fecundación in
vitro.De este modo, Bruce se convirtió en Brenda. Durante los primeros años,
Ron y Janet se lanzaron de cabeza en esta empresa.
Pero
algo no iba bien. La pequeña Brenda ignoraba las muñecas que le regalaban,
adoraba pelear con sus amiguitos, construía fuertes en lugar de peinarse
delante del espejo. En el baño, hacía pipí de pie. Los primeros años de colegio
empeoraron muchísimo la situación. Brenda empezó a ser especialmente violenta y
la suspendieron.
Mientras
tanto, en 1972, Money publicó su libro Man & Woman, Boy & Girl (Hombre
y Mujer, Niño y Niña), en el que puso al mundo al corriente del extraordinario
«caso de los dos gemelos». El volumen
describía el experimento como un «rotundo éxito». Era la «prueba concluyente»
de que «no se nace varones o hembras, sino que uno se convierte en varón o en
hembra». Todo el mundo le alababa. Prensa, todas las feministas e incluso sus
compañeros.
El
mundo adoptó la nueva ideología
Sólo
un desconocido investigador llamado Milton Diamond se atrevió a expresar su
perplejidad ante el caso. Pero fue ignorado. Al contrario, «el caso de los
gemelos de Money fue decisivo para que se aceptara universalmente no sólo la
teoría según la cual los seres humanos son, cuando nacen, psicosexualmente
modelables, sino también la cirugía de reasignación sexual como tratamiento
para los niños con genitales ambiguos o dañados. El método, que antes se
realizaba sólo en el Johns Hopkins, se difundió rápidamente y hoy se lleva a
cabo en casi todos los principales hospitales del país».
Brenda
seguía comportándose «como un marimacho», defendía a su hermano en las peleas y
le costaba estar con sus amigas. Periódicamente, los dos hermanos iban a la
clínica de Money para ser sometidos a unos estresantes test psicológicos. Durante estas sesiones, a los dos gemelos de
seis años se les mostraban imágenes de sexo explícitas «para reforzar su
identidad/rol de género».
Los
dos hermanos estaban obligados a simular actos sexuales entre ellos. En una ocasión, el Dr. Money «les hizo una
foto con una Polaroid». Para Brenda, estas sesiones, a las que se tenía que
someter también sola, eran una tortura. En sus sueños imaginaba que era un veinteañero
«con bigotes», pero tenía miedo de decírselo a sus padres por temor a
desilusionarlos.
De
hecho, Ron y Janet, frustrados por el comportamiento de la niña, intentaban por
todos los medios aplicar los consejos de Money: se paseaban desnudos por la
casa, iban a campamentos de nudistas, presionaban a la pequeña para que
asumiera actitudes femeninas. Todo ello les llevó a un agotamiento nervioso:
Janet intentó suicidarse, Ron empezó a beber.
"Brenda"
comenzó a tener instintos suicidas
Money,
mientras tanto, publicó un nuevo libro de éxito (Sexual Signatures,
"Características sexuales") en el que volvió a hablar de Brenda, que
«estaba atravesando felizmente su infancia como una verdadera chica». La
realidad es que Brenda, con once años, empezó a tener instintos suicidas. Los asistentes sociales y los médicos de su
ciudad entendieron que algo no iba bien, pero la fama de Money era demasiado
grande para poder ensombrecerla.
A
los doce años empezó el tratamiento con estrógenos para hacer crecer el pecho.
En la última visita que tuvo en el estudio del Dr. Money tuvo un encuentro con
un transexual que le magnificó las ventajas de la operación quirúrgica de
cambio de sexo. Brenda huyó y les dijo a sus padres que si la obligaban a
volver «se suicidaría».
Aunque
ya alejada del médico, Brenda siguió teniendo una vida difícil. En el colegio
la llamaban «gorila» y algunos periodistas empezaron a interesarse en ella. En
1977, un equipo de la BBC fue a Winnipeg para hablar con sus médicos. Todos
confirmaron la misma impresión: Brenda no era la «chica feliz» de la que
hablaban los best-sellers de Money.
El
mismo doctor, contactado por la BBC, se negó a ver a los periodistas,
cerrándoles la puerta en las narices. El documental, titulado The First
Question (La primera pregunta), emitido el 19 de marzo de 1980, pasó
inadvertido.
El
"alivio" de conocer la verdad
Algunos
días antes, el 14 de marzo, Ron le había revelado a su hija su historia, Brenda
«se sintió aliviada» porque por fin entendió que «no estaba loca». La primera
pregunta que le hizo a su padre fue: «¿Cuál es mi nombre?».
Brenda
decidió volver a su sexo biológico. Eligió llamarse David porque este es el
nombre «del rey asesino de gigantes de la Biblia», el niño que combate y vence
al poderoso Goliat. Empezó a inyectarse
testosterona, le crecieron los primeros pelos en el rostro, a los dieciséis
años se sometió a la primera operación para la creación del pene. Mientras
esperaba la mayoría de edad, permaneció escondido dos años en el sótano de su
casa. A los veintidós años se sometió a una faloplastia y, dos años después,
tuvo su primera relación sexual. Pero aún era profundamente infeliz.
En
el verano de 1988 David hizo «algo que no había hecho antes: acabé rezando.
Dije: “Tú sabes que he tenido una vida terrible. No tengo intención de quejarme
contigo porque Tú debes saber porque me estás haciendo pasar por todo esto.
Podría ser un buen marido, si se me diera la posibilidad”». Dos meses después
conoció a Jane, una madre soltera que había tenido tres hijos de tres hombres
distintos. Se enamoraron. Se casaron el 22 de septiembre de 1990.
El
declive de Money
Milton
Diamond, el primer investigador que contestó las tesis de Money, asestó un duro
golpe a su credibilidad. Money, aunque ya no hablaba del caso de los gemelos,
seguía sosteniendo las tesis de género que continuaron facilitándole grandes
financiaciones, también públicas.
Diamond,
después de haber conocido a David, escribió un artículo para desvelar la
realidad sobre el “caso de los dos gemelos”.
La tesis del texto era que, aunque la educación tenía un papel
importante al plasmar la identidad, ésta es fruto del dato biológico concedido
por la naturaleza. Diamond tardó dos años en encontrar una revista que aceptara
el texto y cuando apareció fue una bomba.
Se
destapa la verdad
Para
Money – «Hot Love Doctor» (Doctor Amor Caliente, ndr), como lo llamaban los
periódicos – empezó el declive. En el Johns Hopkins se nombró como director de
psiquiatría a Paul McHugh, un católico orgulloso de serlo, que puso en marcha
una investigación sobre cincuenta transexuales tratados en la clínica para la
identidad sexual del Hopkins desde su fundación en 1966. Ninguno de ellos había
sentido ningún beneficio. Se cerró la
clínica, a pesar de las inútiles protestas de la comunidad transgender.
La
familia Reimer nunca sanó
Los
demonios no dejaron de perseguir a la familia Reimer. Solo Ron, después de un
periodo difícil vinculado al alcohol, consiguió retomar las riendas de su
vida. Janet siguió sufriendo profundas
crisis depresivas.
Brian
tuvo varios fracasos matrimoniales y pasó por las drogas y el alcohol. Se
suicidó en 2002. David, después de la
muerte de su hermano, no fue el mismo. La empresa en la que trabajaba cerró,
peleó con su mujer. El 4 de mayo de 2004 condujo hasta un parking aislado y se
disparó en la cabeza. Tenía 38 años.
ReL2 febrero 2017
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