La actividad demoniaca está
creciendo de manera alarmante. Quien así se manifiesta es uno de los exorcistas
más conocidos del mundo, el padre Vincent Lampert, que ostenta este cargo en
Indianapolis desde 2005. Cada vez los obispos están más concienciados con
respecto a la lucha contra Satanás, y por ello más sacerdotes son formados y
designados exorcistas por sus obispos.
El padre Lambert habla de la
realidad de Estados Unidos, que en comparación con otros muchos países ha dado
una respuesta más rápida al aumento de la influencia de Satanás.
El gran problema del porno, las
drogas y el ocultismo
Además de dar charlas a laicos
y sacerdotes sobre los verdaderos y reales peligros del mal, el padre Lampert
afirma en una entrevista en el National Catholic Register que él está notando
un aumento del número de personas que participan en rituales satánicos y que se
abren al mal.
“El problema no es que el
demonio haya aumentado su juego sino que más personas están dispuestas a
jugar”, asegura este exorcista estadounidense. Y se refería sobre todo al
consumo masivo de pornografía desenfrenada, drogas ilegales y contactos con el
ocultismo. Según este sacerdote, “donde hay actividad demoníaca, siempre hay un
punto de entrada”.
Una necesidad imperiosa de más
exorcistas
De este modo, el padre Lampert
coincide con la opinión generalizada que se dio en la reunión a la que asistió
en Roma el pasado mes de octubre de la Asociación Internacional de Exorcistas
de que hay una gran necesidad de exorcistas en las diócesis y que los que hay
actualmente no son suficientes.
Rompiendo algunos mitos, este
sacerdote cuenta que las posesiones demoníacas reales son poco frecuentes.
“Sólo he visto tres posesiones en los últimos tres años”, dijo, pero específico
que sí hay muchos casos de infestación y vejación.
Una respuesta a un problema muy
real
Cuando fue nombrado exorcista
por su obispo en 2005, sólo había otros 12 como él en EEUU. Ahora hay unos 50
exorcistas que él conoce personalmente en los Estados Unidos, más algunos otros
que no conoce.
Los obispos son conscientes del
aumento de la actividad demoníaca porque un sacerdote sólo puede realizar un
exorcismo con el permiso del obispo. En Estados Unidos no se han quedado de
brazos cruzados y en 2012 se fundó el Instituto Papa León XIII para la
“educación y formación de los sacerdotes en el santo ministerio del exorcismo y
la liberación”.
Comenzó como una serie de
reuniones informales a petición de los obispos de Estados Unidos que desean la
educación y la formación. También fue una respuesta a la recomendación de San
Juan Pablo II de que todas las diócesis nombraran un exorcista. Un portavoz de
la Conferencia Episcopal de Estados Unidos dijo que, aunque idealmente cada
diócesis debe tener su propio exorcista, no conocen las estadísticas en cuanto
a las cifras reales.
A más pecado en la sociedad,
más actividad demoníaca
Monseñor John Esseff,
presidente de la junta directiva del instituto, fue uno de los miembros
fundadores. Ha sido sacerdote durante 63 años y exorcista en la diócesis de
Scranton, Pensilvania, durante más de 40 años.
Este veterano exorcista explica
que “a medida que la aceptación del pecado ha aumentado, también lo ha hecho la
actividad demoníaca”. Ante esta situación, añade, “los obispos veían la
necesidad de que hubiera más exorcistas entrenados porque muchos casos eran
enviados desde todo el país a las diócesis que sí tenían exorcistas”. Y a su
juicio, “una persona debe ser atendida en su propia diócesis”.
Decenas de exorcistas se
preparan en este instituto
En su primera promoción
salieron 55 exorcistas preparados tras un programa de dos años. La formación
consiste en sesiones de diez días que se imparten en el Seminario de la
Archidiócesis de Chicago, dos veces al año durante dos años. En la segunda
promoción, que saldrá este próximo otoño, se graduarán otros 52 sacerdotes
dispuestos a luchar contra Satanás.
Monseñor Esseff dice estar
esperanzado por el hecho de que cada vez más son los obispos que son
conscientes de su papel como “exorcista jefe de la diócesis” aunque alertó de
que “también hay cierta resistencia de la realidad de Satanás” en el seno de la
Iglesia, entre sacerdotes y obispos que consideran como si sólo existiera “el
mal y no el diablo”.
“El único que puede vencer a
Satanás es Jesús. Él vencerá el reino del mal con la luz. Y cada sacerdote
representa a Jesús. El diablo no ve al sacerdote, él ve a Jesús”, afirma este
veterano exorcista.
Exorcismos mayores y menores
Por su parte, el obispo de
Springfield, Thomas Paprocki, que ha impartido varias charlas en el Instituto
León XIII hace hincapié en diferencias los exorcismos mayores y menores. “Un
exorcismo menor se presenta con mucha frecuencia en la Iglesia, cada vez que
hacemos un bautismo”, explica, pues es “una cuestión de rechazar a Satanás y todas
sus obras”.
Monseñor Thomas Paprocki es uno
de los obispos más concienciados con respecto a la necesidad de que haya más
exorcistas
Por ello, el prelado aclara que
un sacerdote no necesita ningún permiso del obispo para hacer exorcismos
menores en situaciones donde haya malas influencias, “es sólo una cuestión de
orar a Dios para vencer las malas influencias”.
Una advertencia a los laicos
El padre Lampert añade que un
sacerdote, e incluso los laicos, pueden rezar las oraciones de exorcismo menor
porque se dirigen a Dios pero advierte de que “los fieles laicos no deben dar
órdenes a los demonios", dijo. "Los demonios reconocen la autoridad de
los obispos y la Iglesia. Si reclaman autoridad por su cuenta, se pueden meter
en problemas ", advirtió a los laicos.
"No son los exorcistas
quienes tienen el poder", dijo el Padre Lampert, "sino el poder y la
autoridad de la Iglesia que viene de Jesucristo. Los católicos deben entender
que los individuos no tienen ese poder”.
Sem comentários:
Enviar um comentário
Nota: só um membro deste blogue pode publicar um comentário.