Por estas fechas, escuchamos comúnmente la típica frase:
"Año nuevo, vida nueva"...
Y, en realidad, tiene más sentido del que le damos. El
otro día leíamos en el Oficio que "en Navidad Jesús nace y, si nace Él,
que es nuestra cabeza, nacemos también nosotros, que somos su cuerpo..."
Planteándome esto de "volver a nacer", le
preguntaba al Señor qué suponía esto para mí.
Un niño que nace es todo corazón, un corazón que late.
Hace poco: come, ríe, llora... pero sólo verle ya conmueve y alegra el corazón
del que se acerca. Un corazón que late, eso es volver a nacer.
A lo largo de estos años de querer vivir de Cristo, mi
Don y tarea está en gran parte en dejar que mi corazón pueda latir.
Sí, porque mi tendencia continua es que,
inconscientemente, para no equivocarme, para no sufrir, desactivo el corazón y
comienzo a actuar sin contar con él.
Esto nos suele ocurrir a las personas que en realidad
somos todo corazón. Y es que en un momento dado experimentamos el sentir
ridículo de uno mismo, o pensar que no se nos va a acoger por seguir lo que nos
indicaba nuestro ser, y, de golpe y porrazo, metimos racionalidad al máximo,
dejando a un lado el corazón.
De ahí en adelante actúas haciendo lo que se espera de ti
o siguiendo el ideal que querrías alcanzar. Te haces mayor y dejas de hacer las
cosas con corazón, no terminas de disfrutar haciéndolo. Parece que dejas de
sentir, y, si dejas de sentir, es verdad, el sufrimiento se minimiza. Pero
tampoco sentirás la auténtica alegría y la felicidad.
Y, lo que es aún peor, se pierde la sensibilidad para las
cosas del Señor, porque Él sólo sabe hablar al corazón.
Pero, cuando Él entra en tu vida, su regalo es nacer de
nuevo. En este día de Reyes, junto a tus regalos hay uno muy especial: un
corazón de niño. Es para ti, para que comiences este año nuevo lleno de
ilusión, de alegría.
Él te concede volver a ser niño, volver a dejar que tu
corazón lata, porque toda tu seguridad es saberte en Sus brazos; puedes soltar
y relajarte, ser tú mismo. Y el miedo a equivocarse o a sufrir disminuye al
experimentar que es Él quien te cuida, y quien continuamente "enderezará
lo torcido e igualará lo escabroso", y quien aumentará tus ganas de gozar
de la vida y de todos los regalos que te hace cada día.
Hoy el reto del Amor es "volver a nacer". Sólo
tienes que hacer una cosa... ¡desenvuelve tu regalo! Y a disfrutar de todo como
un niño. Vive feliz y harás felices a los demás.
VIVE DE CRISTO
Año del Señor 2017, lerma, 6 de enero
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