El otro día salíamos de
Completas, y una de las novicias llevaba en la mano un típex. Era uno de esos
que tienen forma de boli, rellenos de líquido corrector. La novicia iba jugando
con él y, de repente, se para, me mira y, enseñándome el corrector, me dice:
-¿Sabes la diferencia entre el
típex y Cristo?
Yo le contesté que no, así que
ella rápidamente me explicó:
-El típex corrige; Cristo
borra.
Ella siguió andando tan
tranquila, pero yo me quedé pillada con aquella respuesta. Y es que... ¡tenía
toda la razón!
Me puse a darle vueltas a la
palabra "corregir", pensando en qué significa. Corregir es, en un
texto, hacer modificaciones para eliminar sus faltas y errores. Inmediatamente,
me surgió preguntarme qué es "borrar": es hacer desaparecer lo
escrito.
Y es verdad: muchas veces, en
nuestra vida nos conformamos con corregir las cosas, pero toda la
responsabilidad queda en nosotros y, con el paso del tiempo, vuelve a salir,
como le pasa al típex, que, al final, se ve debajo lo escrito.
En cambio, si dejas a Cristo
que sea Él quien lleve tu vida, si confías en Él, empezarás a vivir de una
manera más libre, porque Él tiene todo en sus manos, y lo único que quiere de
ti es que seas feliz. Él ha dado su vida y ha resucitado para que tú tengas
Vida; por ello, deja a Cristo que borre de tu vida todo aquello que te impide
poder vivir feliz.
Hoy el reto del amor es entrar
en una iglesia cinco minutos y dejar a los pies del Sagrario esa preocupación
que te está impidiendo vivir feliz. Déjale a Cristo que la borre, entrégasela,
ponla en la Cruz para que el Padre la vea y Jesús pueda morir por ella, para
así resucitar y darte vida en abundancia. ¿Te atreves a entregarle hoy a Cristo
esa preocupación para que la borre?
VIVE
DE CRISTO
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