Las cartas están diseñadas para fascinar y enganchar al
tarotista y alejarle del pensamiento razonable
Muchas personas leen cada día la sección de horóscopo de
los periódicos. Algunos lo hacen por diversión, otros no le dan ninguna
credibilidad y, sin embargo, también lo hay que condicionan su vida según lo
que han leído que les va a suceder en el amor, la salud o el trabajo.
El obispo de Stockton (California), Donald W. Montrose
señala en una carta pastoral publicada ya hace un tiempo que "el horóscopo
diario puede fácilmente influenciarnos de vez en cuando. Es una forma de
abrirnos al ocultismo".
¿Es posible leer el horóscopo “sólo por diversión”?
La lectura del horóscopo del día parece cosa que puede
hacerse por simple diversión. Basta abrir el periódico local y encontrar las
“previsiones diarias” cerca de las viñetas o de los pasatiempos. Si lo
prefieres, también los encontrarás en una gran cantidad de páginas de internet.
Sucede que la Iglesia no considera que la astrología sea
una “simple diversión”: sino que enseña que existen riesgos mucho más
siniestros relacionados con las “artes de adivinación del futuro” – riesgos
capaces de ponerte en contacto con la presencia del mal.
Lo primero, ¿qué es la astrología?
Se trata, básicamente, de considerar las posiciones de
las estrellas y los movimientos de los planetas e interpretar cuál es su
supuesta influencia en acontecimientos diversos, incluyendo la vida y el
comportamiento de las personas.
La astrología es una práctica antigua, con raíces muy
anteriores al nacimiento de Cristo y presente en varias religiones paganas. Su
objetivo principal es la predicción del futuro en base a las dinámicas de los
cuerpos celestes.
Todo eso coloca a la astrología en la categoría de la
“adivinación“, con la esperanza subyacente de que, si una persona pudiera saber
como se desarrollará un determinado día, ella tendrá una especie de “poder”
sobre el tiempo.
En este sentido, la lectura de los horóscopos se presta a
las estrategias del diablo.
Sólo Dios conoce el futuro, ya que Él no vive dentro de
los límites del tiempo sino en la eternidad, en el eterno “ahora”.
Todo lo que es, fue y será está siempre ante los ojos de
Dios. Satanás y sus secuaces no conocen el futuro; sin embargo, por ser
espíritus dotados de alto intelecto que observan lo que ocurre en el tiempo,
pueden ofrecer a las personas ciertas especulaciones sobre lo que podría pasar.
El recurso a entidades espirituales que no son Dios con
el fin de adivinar el futuro es algo que se manifiesta en prácticas como la
“lectura de la mano” o la consulta a “mediums”, que buscan el auxilio de algún
espíritu (o demonio) para prever algo de la vida de alguien.
Quien participa en la creación de horóscopos puede o no
tener relación abierta con el mal, pero, de alguna manera, se está abriendo a
la influencia de espíritus nefastos. Satanás, desde el Jardín del Edén, está
constantemente ofreciendo al hombre la “manzana del conocimiento” con la
esperanza de llevarnos lejos de la confianza filial en Dios Padre. La “lógica”
detrás de ello es una tentación antiquísima: si “supiéramos” más que Dios,
tendríamos poder.
Lo que dice el Catecismo de la Iglesia católica
La Iglesia siempre se opuso firmemente a las prácticas de
la astrología es la lectura de horóscopos, conforme deja claro el Catecismo de
la Iglesia Católica. En su número 2116, afirma que todas las formas de
adivinación deben ser rechazadas: recurso a Satanás o a los demonios,
invocación de los muertos y cualquier otra práctica supuestamente dirigida a
“desvelar” el futuro. Horóscopos, astrología, lectura de la mano,
interpretación de presagios, fenómenos de clarividencia, recurso a médiums,
todo eso esconde un deseo de poder sobre el tiempo y la historia y, en último
análisis, sobre los demás seres humanos, además de un deseo de acceso a poderes
ocultos. Son prácticas que contradicen el respeto, la honra y el amor que
debemos a Dios exclusivamente.
Pero ¿y leerlo aunque uno no crea en estas cosas? Hace
varios años, el entonces obispo de Stockton (California), Donald W. Montrose,
escribió una carta pastoral condenando fuertemente la lectura de horóscopos.
Afirma: “Por más que millones de personas sigan los horóscopos con mayor o
menor interés, aún así se trata de un tipo de adivinación. Por más que se
alegue no creer en horóscopos y leer el propio sólo por diversión, esa práctica
debe ser abandonada. El horóscopo diario puede fácilmente influenciarnos de vez
en cuando. Es una forma de abrirnos al ocultismo“.
Lo señalan los propios exorcistas
Los exorcistas también atestiguan la influencia demoníaca
de los horóscopos: de las personas que llegaron a ser poseídas o influenciadas
por el diablo, varias comenzaron a exponerse a él mediante la lectura del
horóscopo.
Hagamos caso a las palabras de Jeremías: “Así dice el
Señor: No imiten las costumbres de los paganos ni se atemoricen por los signos
del cielo, porque son los paganos lo que temen esas cosas”. (cf. Jr 10, 2 ).
El horóscopo puede aparecer en las secciones de
“entretenimiento” de los periódicos, pero está lejos de ser mera “diversión”.
Está ligado a presupuestos capaces de perturbar gravemente el alma de una
persona.
ReL8 enero 2017
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