1. ¿Qué es el optimismo?
El optimismo es el hábito
de captar lo bueno de cosas, personas, situaciones y proyectos.
Es la visión
positiva de la vida.
2. ¿Beneficios del optimismo?
El optimismo ayuda a superar obstáculos, anima a
proponerse metas y conserva la esperanza a pesar de las dificultades. Esta
visión positiva es una gran herramienta para avanzar.
El optimismo también facilita la convivencia y hace
la vida amable a los demás. Una persona radiante -si es humilde y no
avasalladora- eleva el ánimo de quienes le rodean.
3. ¿El optimismo invita a hacer locuras? Depende a
qué se llame locura. Puede parecer locura levantar un pie, pero el optimista lo
hace y avanza.
El optimismo no pretende hacer locuras, sino ver lo positivo de
las cosas y obrar en consecuencia.
4. ¿El optimismo es irreal? Cabe pensar que en el optimista
hay poco realismo pues en el mundo hay obstáculos, y las metas no salen con
facilidad.
Pero, en la realidad también hay aspectos positivos.
El optimismo
sólo es irreal si no tiene fundamentos.
5. ¿Qué fundamentos hay para el optimismo?
Hay
motivos humanos para el optimismo, pues ante cualquier planteamiento pesimista
cabe encontrar su opuesto.
Por ejemplo, si se dice que hay muchos hombres
malos, cabe añadir que también los hay buenos.
Si una situación es complicada,
siempre las ha habido.
Si una meta exigirá mucho esfuerzo, cabe pensar que para
algo tengo fuerzas, etc. De todos modos, humanamente no siempre hay soluciones
sencillas.
6. ¿Motivos sobrenaturales para el optimismo?
El optimismo
es la postura más realista para las personas con fe.
Para un hijo de Dios el
optimismo es lo razonable.
No se trata de ser irresponsables o ilusos, ni de
pensar que todo irá bien hagamos lo que hagamos.
Es cierto que hay y habrá
dificultades. Pero también es verdad que Dios ama a sus hijos.
Nada menos.
7. ¿Pero nos vamos a morir? El motivo de mayor pesimismo
para un ateo coincide con una razón poderosa para el optimismo cristiano: nos
vamos a morir.
La muerte es absolutamente real.
Sin duda nos moriremos.
Esta
realidad origina pesimismo a quienes ponen sus metas en asuntos materiales de
esta vida.
En cambio para un cristiano, la muerte es fuente de paz y serenidad:
estamos convencidos de que las penas de esta vida tienen un final.
No hay mal
que cien años dure, y a continuación nos espera el cielo.
Un cielo
absolutamente real.
Somos personas destinadas a una enorme y eterna felicidad.
El optimismo es muy real.
8. ¿Cómo ejercitar el optimismo?
Entrenarse a pensar bien de los demás. Buscar el lado
bueno de las cosas. Felicitar por los éxitos.
(Esto facilita ver que hay
éxitos).
Alegrarse con los éxitos ajenos.
No plantear problemas sin añadir soluciones
posibles. Fomentar el espíritu deportivo de superación.
Animar a los demás en sus fallos. (Además de ejercitar
la caridad, este optimismo ayuda a buscar remedios alentadores).
No sentirse víctimas, sino caballeros -o en su caso
damas-.
Cambiar la visión de las cosas. Por ejemplo, el esfuerzo
no es una dificultad tremenda sino ordinaria.
Las mejores dificultades son las
que dependen del esfuerzo propio.
Cambiar las dificultades por retos.
IR
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