Ayer empezamos una Jornada
Monástica, y una del grupo nos entregó unas bolsas con unos cuantos botes
dentro.
Emocionada, nos habló de su
contenido: ¡era un tratamiento completo para las manos! Nos enseñó todo con
entusiasmo, poniendo un poco de cada producto sobre nuestras manos. Nos hizo
experimentar la textura, el olor... Realmente convencía de que era lo mejor.
Pero... el proceso eran tres pasos y eso... dado el tiempo del que disponemos,
emplearlo para el uso de cosméticos no nos convencía mucho.
Cuando se fueron, razonamos
todo lo que nos dijo, pues las circunstancias, el tiempo... eran factores
adversos. ¡No entendíamos tener que echar una crema de manos en tres pasos!
Pensamos que quizá si las mezclábamos y las hacíamos un solo producto, sería
más rápido; que si nos saltábamos uno de los pasos que nos resultaba ilógico,
daría igual...
Finalmente: cogimos las
instrucciones. Y el primer paso resulta ser el hidratante; el segundo,
exfoliante; y el tercero, el que daba suavidad a las manos, siendo todo el
conjunto lo que daba el ¡resultado perfecto! Así sí que tenía su lógica.
Y así vimos el tratamiento de
Cristo en nuestro corazón: Como Gema hizo con la crema sobre nuestras manos,
así Cristo, cuando menos te lo esperas, se posa sobre ti y te deja sentir su
olor, su textura, traducidos en Amor y Paz.
Así, el primer paso, en el que
le experimentas vivo, cercano, te llena de tal manera que hidrata todas tus
heridas, todo tu pasado, el momento duro por el que puedes estar pasando...
sintiéndole así presente.
El segundo, el exfoliante, en
el que dejas que entre Él en tu corazón, en tu intimidad, dejas que muera por
todas aquellas heridas, quita de tu vida aquello que te hace daño y va
limpiando todo.
Y ya por último, el tercero, en
el que tu vida adquiere la suavidad del amor, un sentido nuevo, ¡el resultado
perfecto!
Hoy el reto del amor es dejar
que Cristo entre en tu corazón, limpie lo que te pesa y suavice tu vida: cuando
vayas paseando, entra en una iglesia y déjate hidratar por Él.
VIVE DE
CRISTO
Sem comentários:
Enviar um comentário
Nota: só um membro deste blogue pode publicar um comentário.