Estos días hemos estado
preparando un lote para un mercadillo con algunos de los artículos que hacemos
personalizados: portalápices, imanes, baberos, peluches... Los diseñamos con
dibujos y frases con mensaje cristiano, como "La medida del amor es amar
sin medida" o "Apuesta por el Amor"... así, el mensaje se cuela
en cada rincón de las casas.
Mientas preparábamos los
imanes, estuve observando lo frágiles que son (pues están hechos de cerámica),
y, sin embargo, con qué fuerza se agarran a las superficies metálicas. Y es que
cada imán tiene dos caras: una cara es la parte que muestra el mensaje y otra
es la parte imantada.
La parte imantada es la que
sujeta toda la pieza, sin embargo, no se adhiere a cualquier superficie. Si
pretendes sujetar un imán en un mueble de madera, no se sostendrá, sino que se
caerá, y, si se cae, al ser de cerámica, se romperá. Pero, si lo acercas a la
superficie adecuada, se agarrará con fuerza y será capaz de mostrar su mensaje.
Así nos pasa a nosotros: cuando
nuestro corazón no está pegado a Cristo, nos rompemos, dejamos de saber quién
somos, y nuestra vida deja de ser mensaje para los demás. Podemos intentar
pegarnos a otras superficies, probando a vivir colgados de cosas o de personas,
pero nuestro corazón sólo puede amar libremente cuando nos acercamos a Cristo.
Él es nuestro descanso, sólo en Él se sostiene nuestra vida, y sólo Él hace de
nosotros un mensaje para los demás.
Hoy el reto del Amor es volver
a ser mensaje para los demás. Tu vida sólo recobrará el sentido cuando vuelvas
a pegarte a Él. Cristo no anda lejos, está Vivo, ha Resucitado y permanece
junto a ti para que puedas volver a apostar por el Amor. Si estás llamado a
entregarte como padre de familia, con Él encontrarás la fuerza para amar sin
límites; si el mensaje de tu vida es de entrega o de ser portador de la
alegría, Él será tu sustento...
Tan sólo necesitas una cosa:
acercarte a Él.
VIVE DE CRISTO
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