Tos, mocos... en mi interior
saltó la voz de alarma: se me había metido el frío en el cuerpo.
Hay unos sobrecitos de no sé
qué medicamento (por fuera son naranjas) que son geniales. Estábamos en la
capilla, quedaba poco para el desayuno. Vi que Lety se levantaba con intención
de salir. Le hice una seña.
-Oye... -susurré- ¿podrías
traerme un sobre naranja?
Su cara se transformó en una
enorme interrogación.
-Ve tú -me respondió.
Extrañada por tan poco usual
respuesta, salí de la capilla. Al poco, me encontré con Israel y Celia.
-¡Voy a por un sobre naranja!
-¿Para qué? -de nuevo, caras
transformadas en interrogación.
"Qué raras se han
levantado todas hoy...", pensé.
En el desayuno, después de
tomarme el sobrecito de medicina, me encontré a todo el Novi riendo a más no
poder.
-¡Era eso! -exclamó Lety
aliviada- Pensábamos que querías mandar una carta metida en un sobre naranja...
¡y a ver de dónde lo sacamos!
Fue muy gracioso... y el Señor
me regaló experimentar algo en lo que Lety nos insiste mucho: la importancia de
ponerse de acuerdo en el lenguaje.
Es verdad que las palabras son
una herramienta maravillosa que el Señor nos ha dado. Con ellas podemos
expresar muchas cosas: proyectos, sentimientos... pero, a veces, podemos
provocar en el otro reacciones que no pretendíamos. ¡Cuántas veces hemos
pronunciado o escuchado eso de "no, yo no quería decir eso..."!
Los malentendidos pueden ser
motivo de risas... pero, si no se aclaran, pueden causar estragos. Saber
expresarse, saber entender... ¡las palabras pueden llegar a ser una herramienta
complicada!
Pero hay Alguien que ha salvado
totalmente la pobreza del lenguaje, Alguien que sabe qué quieres decir, uses
las palabras que uses: Jesucristo. Él te entiende, comprende todo lo que cruza
tu mente, todo lo que ocupa tu corazón... porque lo ha vivido, lo vive contigo.
Hoy el reto del amor es aclarar
el lenguaje. Si ves que esta herramienta empieza a funcionar un poco mal, si da
lugar a confusiones o reacciones poco usuales, ¡frena! Para con Cristo y pídele
que te regale descubrir el punto de vista del otro, entender sus palabras, y...
¡que ponga las adecuadas en tu boca! Hoy busca entender de verdad a quien
tienes a tu lado. ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Sem comentários:
Enviar um comentário
Nota: só um membro deste blogue pode publicar um comentário.