El Papa Francisco, en el rezo del Ángelus en la
Plaza de San Pedro ha comentado las palabras del evangelio en las que Cristo
exclama: «Venid a mí todos los que estéis cansados y agobiados, y yo os daré
descanso» (Mt 11, 28).
El Pontífice señaló que «el Señor no reserva esa
frase a alguno de sus amigos, sino que la dirige a ‘todos’ aquellos que están
cansados y agobiados por la vida».
Recordando que Jesús conoce la cosas que agobian el
corazón: «desilusiones y heridas del pasado, cargas que hay que llevar y
perjuicios que hay que soportar en el presente, incertidumbres y preocupaciones
para el futuro», y que ante todo ello nos invita a reaccionar, el Papa reiteró
que «hoy, Él nos dice a cada uno: ¡Ánimo, no te rindas ante los pesos de la
vida, no te encierres ante los miedos y los pecados, sino ven a mí!’»
«Él nos espera, no para resolvernos mágicamente los
problemas, sino para fortalecernos en nuestros problemas. Jesús no nos quita
los pesos de la vida, sino la angustia del corazón; no nos quita la cruz, sino
que la lleva con nosotros. Y, con Él, todo peso se vuelve ligero (Cfr 30),
porque Él es el descanso que buscamos», añadió el Santo Padre, subrayando luego
que «cuando en la vida entra Jesús, llega la paz, aquella que permanece aún en
las pruebas».
Tras alentar a que vayamos a Jesús, a darle nuestro
tiempo, a encontrarlo cada día en la oración, en un diálogo confiado y
personal; a que familiaricemos con su Palabra, redescubramos sin miedo su
perdón, nos saciemos con su Pan de vida, para sentirnos amados y consolados por
Él, el Papa invocó la ayuda de la Virgen María, «que siempre nos cuida cuando
estamos cansados y oprimidos y nos acompaña a Jesús»
REL
Sem comentários:
Enviar um comentário
Nota: só um membro deste blogue pode publicar um comentário.