20/10/2017

Hoy el reto del amor es que "toques" para el Señor con uno de tus dones a lo largo del día

EL DIRECTOR SE DELEITA EN TI


El profesor que nos da las clases de canto es director de una orquesta, y ayer dieron un concierto en nuestra iglesia. Todos los músicos estaban colocados con sus instrumentos en la parte central y nosotras situadas al rededor de ellos, en la sillería.

La perspectiva era curiosa, pues hasta ahora estaba acostumbrada a ver los conciertos de frente, pero la sillería está dispuesta de tal forma que parecíamos ser uno más... pero sin instrumento. Y así me sumergí en el concierto: como una más. Miraba hacia adelante y tenía a la que tocaba el piano, la observaba y veía cómo pasaba las hojas de la partitura, cómo esperaba el momento de integrarse con los violines, también podía ver cómo se frotaba los dedos agarrotados por el frío en cada oportunidad que encontraba para ello.

La que tocaba el chelo, concentrada, discreta y segura, hacía un papel que podía pasar desapercibido, pero totalmente necesario. ¿Y los violines? Eran muchos coordinados a una. Estaban al otro lado, pero hacer una vista aérea me permitía ver sus arcos levantándose a una.

Todos juntos consiguieron aplacarme (que no es fácil), y pude sumergirme en cada uno de los detalles que llegaban a mí a través de los sentidos. Pero uno fue el más importante. Y era el director.

El director era el que se deleitaba con la música que salía de toda la orquesta en conjunto, era el que sabía el papel de cada instrumento, daba la señal de entrada y el ánimo necesario. Era el que marcaba los silencios, los ritmos, los finales... sin él, el resultado hubiese sido lo más parecido a una bandada de gaviotas hambrientas.

Y en él veía a Cristo, dirigiendo la orquesta, mirándote a ti, sabiendo que eres importante, ¡muy importante! Aunque a veces pienses que no llegas, que no vales... Él te ha creado chelo, piano, violín... para que formes parte de la pieza más maravillosa que jamás nadie pueda escuchar. Cristo cuenta contigo siendo como eres, como estás, y sueña cosas maravillosas para ti. Él quiere marcar tus silencios necesarios con los demás, con Él; quiere marcar el ritmo de tu día desde el Amor... pero cuántas veces nos salimos de la orquesta para hacer un solo con otro instrumento que no nos corresponde o que ni siquiera sabemos tocar.

Hoy el reto del amor es que "toques" para el Señor con uno de tus dones a lo largo del día, y pídele el don de quererte en tu puesto de la orquesta. Ponte en Su presencia y pregúntale cómo quiere que toques a lo largo del día: si sabes informática, seguro que hay alguien mayor que necesite de ti; si sabes de cocina... algún joven querrá aprender; si lo tuyo es cantar, ameniza la tertulia de la comida... o quizá es momento de silencio, dedicando tiempo de atención activa a esa persona que tanto lo necesita. ¡Ocupa tu lugar y deja que Cristo te dirija! Que cada corazón, sabiéndose amado, lata al compás del Amor. Hoy juntos tocaremos la mejor pieza jamás interpretada. Deja que Cristo se deleite en ti.


VIVE DE CRISTO

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