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03/02/2019

Leitura espiritual


OPTIMISMO


1. ¿Qué es el optimismo? 
El optimismo es el hábito de captar lo bueno de cosas, personas, situaciones y proyectos. 
Es la visión positiva de la vida.

2. ¿Beneficios del optimismo?

El optimismo ayuda a superar obstáculos, anima a proponerse metas y conserva la esperanza a pesar de las dificultades. Esta visión positiva es una gran herramienta para avanzar.
El optimismo también facilita la convivencia y hace la vida amable a los demás. Una persona radiante -si es humilde y no avasalladora- eleva el ánimo de quienes le rodean.

3. ¿El optimismo invita a hacer locuras? Depende a qué se llame locura. Puede parecer locura levantar un pie, pero el optimista lo hace y avanza.
El optimismo no pretende hacer locuras, sino ver lo positivo de las cosas y obrar en consecuencia.

4. ¿El optimismo es irreal? Cabe pensar que en el optimista hay poco realismo pues en el mundo hay obstáculos, y las metas no salen con facilidad. 
Pero, en la realidad también hay aspectos positivos. 
El optimismo sólo es irreal si no tiene fundamentos.

5. ¿Qué fundamentos hay para el optimismo? 
Hay motivos humanos para el optimismo, pues ante cualquier planteamiento pesimista cabe encontrar su opuesto. 
Por ejemplo, si se dice que hay muchos hombres malos, cabe añadir que también los hay buenos. 
Si una situación es complicada, siempre las ha habido. 
Si una meta exigirá mucho esfuerzo, cabe pensar que para algo tengo fuerzas, etc. De todos modos, humanamente no siempre hay soluciones sencillas.

6. ¿Motivos sobrenaturales para el optimismo? 

El optimismo es la postura más realista para las personas con fe.
 Para un hijo de Dios el optimismo es lo razonable. 
No se trata de ser irresponsables o ilusos, ni de pensar que todo irá bien hagamos lo que hagamos. 
Es cierto que hay y habrá dificultades. Pero también es verdad que Dios ama a sus hijos. 
Nada menos.

7. ¿Pero nos vamos a morir? El motivo de mayor pesimismo para un ateo coincide con una razón poderosa para el optimismo cristiano: nos vamos a morir. 

La muerte es absolutamente real. 
Sin duda nos moriremos. 
Esta realidad origina pesimismo a quienes ponen sus metas en asuntos materiales de esta vida. 
En cambio para un cristiano, la muerte es fuente de paz y serenidad: estamos convencidos de que las penas de esta vida tienen un final. 
No hay mal que cien años dure, y a continuación nos espera el cielo. 
Un cielo absolutamente real. 
Somos personas destinadas a una enorme y eterna felicidad. El optimismo es muy real.

8. ¿Cómo ejercitar el optimismo?

Entrenarse a pensar bien de los demás. Buscar el lado bueno de las cosas. Felicitar por los éxitos. 
(Esto facilita ver que hay éxitos). 
Alegrarse con los éxitos ajenos.

No plantear problemas sin añadir soluciones posibles. Fomentar el espíritu deportivo de superación.

Animar a los demás en sus fallos. (Además de ejercitar la caridad, este optimismo ayuda a buscar remedios alentadores).

No sentirse víctimas, sino caballeros -o en su caso damas-.

Cambiar la visión de las cosas. Por ejemplo, el esfuerzo no es una dificultad tremenda sino ordinaria. 
Las mejores dificultades son las que dependen del esfuerzo propio.
Cambiar las dificultades por retos.

IR

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