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18/06/2018

Publicações 18 de Junho

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Publicações em 18 de Junho 2018:










Vinde, ó Deus santificador, eterno e omnipotente

Sê alma de Eucaristia! – Se o centro dos teus pensamentos e esperanças está no Sacrário, filho, que abundantes os frutos de santidade e de apostolado! (Forja, 835)

Falava de corrente trinitária de amor pelos homens. E onde poderá alguém aperceber-se melhor dela do que na Missa? Toda a Trindade actua no santo sacrifício do altar. Por isso agrada-me tanto repetir na colecta, na secreta e na oração depois da comunhão aquelas palavras finais: Por Nosso Senhor Jesus Cristo, vosso Filho, – dirigimo-nos ao Pai – , que conVosco vive e reina na unidade do Espírito Santo, Deus por todos os séculos dos séculos. Ámen.

Na Santa Missa, a oração ao Pai é constante. O sacerdote é um representante do Sacerdote eterno, Jesus Cristo, que é ao mesmo tempo a Vítima. E a acção do Espírito Santo não é menos inefável nem menos certa. Pela virtude do Espírito Santo, escreve S. João Damasceno, dá-se a conversão do pão no Corpo de Cristo.

Esta acção do Espírito Santo exprime-se claramente, quando o sacerdote invoca a bênção divina sobre a oferenda: Vinde, ó Deus santificador, eterno e omnipotente, e abençoai este sacrifício preparado para o vosso santo nome, o holocausto que dará ao Nome santíssimo de Deus a glória que lhe é devida. A santificação, que imploramos, é atribuída ao Paráclito, que o Pai e o Filho nos enviam. Reconhecemos também essa presença activa do Espírito Santo no sacrifício quando dizemos, pouco antes da comunhão: Senhor Jesus Cristo, Filho de Deus vivo, que, por vontade do Pai, com a cooperação do Espírito Santo, com a vossa morte destes a vida ao mundo.... (Cristo que passa, 85)

Diálogos apostólicos

A CONSCIÊNCIA

Pergunto:

Liberdade das consciências?


Respondo:

Deve-se respeitar a liberdade das consciências, mas isso não significa que a consciência seja independente da lei divina. 
Neste campo, a liberdade consiste na ausência de coação ao procurar a verdade, mas não de independência face à verdade. 

Uma pessoa pode convencer-se de que roubar é bom, ou que não existe Pequim. 
Em ambos os casos, actua livremente, mas não acerta com a verdade - moral ou geográfica - (relativismo).

Leitura espiritual


LIBRO DE LA VIDA 65


Segundo a edição de 1562


PRÓLOGO




CAPÍTULO 40



1. Estando una vez en oración, era tanto el deleite que en mí sentía, que, como indigna de tal bien, comencé a pensar en cómo merecía mejor estar en el lugar que yo había visto estar para mí en el infierno, que, como he dicho, nunca olvido de la manera que allí me vi.

Comenzóse con esta consideración a inflamar más mi alma, y vínome un arrebatamiento de espíritu de suerte que yo no lo sé decir. Parecióme estar metido y lleno de aquella majestad que he entendido otras veces. En esta majestad se me dio a entender una verdad, que es cumplimiento de todas las verdades.
No sé yo decir cómo, porque no vi nada.

Dijéronme, sin ver quién, mas bien entendí ser la misma Verdad:
No es poco esto que hago por ti, que una de las cosas es en que mucho me debes.
Porque todo el daño que viene al mundo es no conocer las verdades de la Escritura con clara verdad.
No faltará una tilde de ella.

A mí me pareció que siempre yo había creído esto, y que todos los fieles lo creían.
Díjome: ¡Ay, hija, qué pocos me aman de verdad!

Que si me amasen, no les encubriría Yo mis secretos.
¿Sabes qué es amarme con verdad?
Entender que todo es mentira lo que no es agradable a mí.
Con claridad verás esto que ahora no entiendes, en lo que aprovecha a tu alma.

2. Y así lo he visto, sea el Señor alabado, que después acá tanta vanidad y mentira me parece lo que yo no veo va guiado al servicio de Dios, que no lo sabría yo decir como lo entiendo, y la lástima que me hacen los que veo con la oscuridad que están en esta verdad, y con esto otras ganancias que aquí diré y muchas no sabré decir.

Díjome aquí el Señor una particular palabra de grandísimo favor.
Yo no sé cómo esto fue, porque no vi nada; mas quedé de una suerte que tampoco sé decir, con grandísima fortaleza, y muy de veras para cumplir con todas mis fuerzas la más pequeña parte de la Escritura divina.
Paréceme que ninguna cosa se me pondría delante que no pasase por esto.

3. Quedóme una verdad de esta divina Verdad que se me representó, sin saber cómo ni qué, esculpida, que me hace tener un nuevo acatamiento a Dios, porque da noticia de su majestad y poder, de una manera que no se puede decir.
Sé entender que es una gran cosa.

Quedóme muy gran gana de no hablar sino cosas muy verdaderas, que vayan adelante de lo que acá se trata en el mundo, y así comencé a tener pena de vivir en él.
Dejóme con gran ternura y regalo y humildad.
Paréceme que, sin entender cómo, me dio el Señor aquí mucho.
No me quedó ninguna sospecha de que era ilusión.
No vi nada, mas entendí el gran bien que hay en no hacer caso de cosas que no sea para llegarnos más a Dios, y así entendí qué cosa es andar un alma en verdad delante de la misma Verdad.

Esto que entendí, es darme el Señor a entender que es la misma Verdad.

4. Todo lo que he dicho entendí hablándome algunas veces, y otras sin hablarme, con más claridad algunas cosas que las que por palabra se me decían.
Entendí grandísimas verdades sobre esta Verdad, más que si muchos letrados me lo hubieran enseñado.

Paréceme que en ninguna manera me pudiera imprimir así, ni tan claramente se me diera a entender la vanidad de este mundo.

Esta verdad que digo se me dio a entender, es en sí misma verdad, y es sin principio ni fin, y todas las demás verdades dependen de esta verdad, como todos los demás amores de este amor, y todas las demás grandezas de esta grandeza, aunque esto va dicho oscuro para la claridad con que a mí el Señor quiso se me diese a entender. ¡Y cómo se parece el poder de esta Majestad, pues en tan breve tiempo deja tan gran ganancia y tales cosas imprimidas en el alma!

¡Oh Grandeza y Majestad mía!
¿Qué hacéis, Señor mío todopoderoso?
¡Mirad a quién hacéis tan soberanas mercedes!
¿No os acordáis que ha sido esta alma un abismo de mentiras y piélago de vanidades y todo por mi culpa, que con haberme Vos dado natural de aborrecer el mentir, yo misma me hice tratar en muchas cosas mentira?
¿Cómo se sufre, Dios mío, cómo se compadece tan gran favor y merced, a quien tan mal os lo ha merecido?

5. Estando una vez en las Horas con todas, de presto se recogió mi
alma, y parecióme ser como un espejo claro toda, sin haber espaldas ni lados ni alto ni bajo que no estuviese toda clara, y en el centro de ella se me representó Cristo nuestro Señor, como le suelo ver.
Parecíame en todas las partes de mi alma le veía claro como en un espejo, y también este espejo - yo no sé decir cómo - se esculpía todo en el mismo Señor por una comunicación que yo no sabré decir, muy amorosa.

Sé que me fue esta visión de gran provecho, cada vez que se me acuerda, en especial cuando acabo de comulgar.
Dióseme a entender que estar un alma en pecado mortal es cubrirse este espejo de gran niebla y quedar muy negro, y así no se puede representar ni ver este Señor, aunque esté siempre presente dándonos el ser.
Y que los herejes es como si el espejo fuese quebrado, que es muy peor que oscurecido.
Es muy diferente elcómo se ve, a decirse, porque se puede mal dar a entender.
Mas hame hecho mucho provecho y gran lástima de las veces que con mis culpas oscurecí mi alma para no ver este Señor.

6. Paréceme provechosa esta visión para personas de recogimiento, para enseñarse a considerar al Señor en lo muy interior de su alma, que es consideración que más se apega, y muy más fructuosa que fuera de sí -como otras veces he dicho- y en algunos libros de oración está escrito, adónde se ha de buscar a Dios.
En especial lo dice el glorioso San Agustín, que ni en las plazas, ni en los contentos ni por ninguna parte que le buscaba, le hallaba como dentro de sí. Y esto es muy claro ser mejor.
Y no es menester ir al cielo, ni más lejos que a nosotros mismos, porque es cansar el espíritu y distraer el alma y no con tanto fruto.

7. Una cosa quiero avisar aquí, porque si alguno la tuviere; que acaece en gran arrobamiento que, pasado aquel rato que el alma está en unión (que del todo tiene absortas las potencias, y esto dura poco, como he dicho), quedarse el alma recogida y aun en lo exterior no poder tornar en sí, mas quedan las dos potencias, memoria y entendimiento, casi con frenesí, muy desatinadas.
Esto digo que acaece alguna vez, en especial a los principios.
Pienso si procede de que no puede sufrir nuestra flaqueza natural tanta fuerza de espíritu, y enflaquece la imaginación.
Tendría por bueno que se forzasen a dejar por entonces la oración y la cobrasen en otro tiempo aquel que pierden, que no sea junto, porque podrá venir a mucho mal.
Y de esto hay experiencia y de cuán acertado es mirar lo que puede nuestra salud.

8. En todo es menester experiencia y maestro, porque, llegada el alma a estos términos, muchas cosas se ofrecerán que es menester con quién tratarlo.
Y si buscado no le hallare, el Señor no le faltará,pues no me ha faltado a mí, siendo la que soy.
Porque creo haypocos que hayan llegado a la experiencia de tantas cosas; y si no la hay, es por demás dar remedio sin inquietar y afligir. Mas esto también tomará el Señor en cuenta, y por esto es mejor tratarlo (como ya he dicho otras veces y aun todo lo que ahora digo, sino que no se me acuerda bien y veo importa mucho), en especial si son mujeres, con su confesor, y que sea tal; y hay muchas más que hombres a quien el Señor hace estas mercedes, y esto oí al santo Fray Pedro de Alcántara (y también lo he visto yo), que decía aprovechaban mucho más en este camino que hombres, y daba de ello excelentes razones, que no hay para qué las decir aquí, todas en favor de las mujeres.


SANTA TERESA DE JESÚS O DE ÁVILA

Evangelho e comentário


Tempo comum


Evangelho: Mt 5, 38-42

38 «Ouvistes o que foi dito: Olho por olho e dente por dente. 39 Eu, porém, digo-vos: Não oponhais resistência ao mau. Mas, se alguém te bater na face direita, oferece-lhe também a outra. 40 Se alguém quiser litigar contigo para te tirar a túnica, dá-lhe também a capa. 41 E se alguém te obrigar a acompanhá-lo durante uma milha, caminha com ele duas. 42 Dá a quem te pede e não voltes as costas a quem te pedir emprestado.»

Comentário:

Compreendemos perfeitamente que este discurso de Jesus deve ter causado um impacto enorme nos que os escutaram.
Naquele tempo era inconcebível não devolver – olho por olho e dente por dente – o mal que alguns infligiam a outros.

Começa – ou melhor, continua – a Lei do Amor que é a que Jesus Cristo veio pregar e ensinar aos homens como a única que pode trazer a paz às sociedades e a tranquilidade aos corações.

Não se trata de passividade, mas de contenção e, sobretudo, perdão porque, se pensarmos bem, talvez alguma vez mereçamos que nos tratem menos bem.

Pensemos antes: se fulano diz isto de mim é porque não me conhece tão bem quanto julga, senão… diria muito pior.

E… se não for verdadeiro ou justo?

Somos, nós discípulos, mais que o Mestre?

Pensemos no que disseram dele e o que Lhe fizeram?


(AMA, comentário sobre Mt 5, 38-42, 18.06.2017)

Temas para reflectir e meditar

A César o que é de César


O César procura a sua imagem, dá-lha. 

Deus procura a Sua: devolve-lha. 

Não perca por vossa causa o César a sua moeda; não perca Deus a Sua em vós.

(Santo AgostinhoComentário ao Salmo 57, 11) 

Perguntas e respostas


A CASTIDADE

B. BENEFÍCIOS DA CASTIDADE.

5. A castidade protege e aumenta a capacidade de amar.

- O impulso sexual descontrolado conduz ao egoísmo de procurar prazeres de qualquer maneira.

Esta escravidão das próprias apetências dificulta a capacidade de amar, pois o amor convida a procurar o bem para os outros ainda que à custa dos seus próprios gostos.

Amor e egoísmo não se dão bem; se se fomenta um, diminui-se outro.

Se alguém se liberta do egoísmo e procura o bem dos outros, beneficia-os assim como a si mesmo pois o seu coração se engrandece.

Assim, a castidade aumenta a capacidade de amar pela vitória sobre o egoísmo.

Esta virtude é requisito indispensável que purifica o coração e o capacita para o autêntico carinho.

Pequena agenda do cristão

SeGUNDa-Feira



(Coisas muito simples, curtas, objectivas)



Propósito:
Sorrir; ser amável; prestar serviço.

Senhor que eu faça "boa cara" que seja alegre e transmita aos outros, principalmente em minha casa, boa disposição.

Senhor que eu sirva sem reserva de intenção de ser recompensado; servir com naturalidade; prestar pequenos ou grandes serviços a todos mesmo àqueles que nada me são. Servir fazendo o que devo sem olhar à minha pretensa “dignidade” ou “importância” “feridas” em serviço discreto ou desprovido de relevo, dando graças pela oportunidade de ser útil.

Lembrar-me:
Papa, Bispos, Sacerdotes.

Que o Senhor assista e vivifique o Papa, santificando-o na terra e não consinta que seja vencido pelos seus inimigos.

Que os Bispos se mantenham firmes na Fé, apascentando a Igreja na fortaleza do Senhor.

Que os Sacerdotes sejam fiéis à sua vocação e guias seguros do Povo de Deus.

Pequeno exame:

Cumpri o propósito que me propus ontem?