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13/04/2018

Vivei uma particular Comunhão dos Santos

Comunhão dos Santos. – Como to hei-de dizer? – Sabes o que são as transfusões de sangue para o corpo? Pois assim vem a ser a Comunhão dos Santos para a alma. (Caminho, 544)

Vivei uma particular Comunhão dos Santos: e cada um sentirá, à hora da luta interior, e à hora do trabalho profissional, a alegria e a força de não estar só. (Caminho, 545)


Aqui estamos, consummati in unum, em unidade de petição e de intenções, dispostos a começar este tempo de conversa com o Senhor com renovado desejo de sermos instrumentos eficazes nas suas mãos. Diante de Jesus Sacramentado – como gosto de fazer um acto de fé explícita na presença real do Senhor na Eucaristia! – fomentai nos vossos corações o desejo de transmitir, pela vossa oração, um impulso fortíssimo que chegue a todos os lugares da terra, até ao último recanto do planeta, onde houver alguém gastando a sua existência ao serviço de Deus e das almas. Com efeito, graças à inefável realidade da Comunhão dos Santos, somos solidários – cooperadores, diz S. João – na tarefa de difundir a verdade e a paz do Senhor. (Amigos de Deus, 154)

Temas para reflectir e meditar

Amor de Deus

Por favor… não nos afastemos do essencial, do que realmente importa, do que está em causa.
O Amor de Deus – ou o amor a Deus – não se compadece com “meios termos”, e, muito menos, com condições.

Amar os outros – sejam quem forem – é condição essencial para se amar a Deus.

Digo porquê (se fora necessário).

Se todos os homens somos filhos de Deus e merecemos a salvação pela morte e ressurreição de Cristo, como podemos escolher – ou preferir – dentre os nossos irmãos a quem amar, ou, a quem amar muito ou pouco?


AMA, Reflexões, 2017

Evangelho e comentário

Tempo de Páscoa

Evangelho: Jo 6, 1-15

1 Depois disto, Jesus foi para a outra margem do lago da Galileia, ou de Tiberíades. 2 Seguia-o uma grande multidão, porque presenciavam os sinais miraculosos que realizava em favor dos doentes. 3 Jesus subiu ao monte e sentou-se ali com os seus discípulos. 4 Estava a aproximar-se a Páscoa, a festa dos judeus. 5 Erguendo o olhar e reparando que uma grande multidão viera ter com Ele, Jesus disse então a Filipe: «Onde havemos de comprar pão para esta gente comer?» 6 Dizia isto para o pôr à prova, pois Ele bem sabia o que ia fazer. Filipe respondeu-lhe: 7 «Duzentos denários de pão não chegam para cada um comer um bocadinho.» 8 Disse-lhe um dos seus discípulos, André, irmão de Simão Pedro: 9 «Há aqui um rapazito que tem cinco pães de cevada e dois peixes. Mas que é isso para tanta gente?» 10 Jesus disse: «Fazei sentar as pessoas.» Ora, havia muita erva no local. Os homens sentaram-se, pois, em número de uns cinco mil. 11 Então, Jesus tomou os pães e, tendo dado graças, distribuiu-os pelos que estavam sentados, tal como os peixes, e eles comeram quanto quiseram. 12 Quando se saciaram, disse aos seus discípulos: «Recolhei os pedaços que sobraram, para que nada se perca». 13 Recolheram-nos, então, e encheram doze cestos de pedaços dos cinco pães de cevada que sobejaram aos que tinham estado a comer. 14 Aquela gente, ao ver o sinal milagroso que Jesus tinha feito, dizia: «Este é realmente o Profeta que devia vir ao mundo!» 15 Por isso, Jesus, sabendo que viriam arrebatá-lo para o fazerem rei, retirou-se de novo, sozinho, para o monte.

Comentário:

Este portentoso milagre ficou de tal forma gravado na memória do Apóstolo que refere detalhes como: «Ora, havia muita erva no local».
De resto, o milagre não podia passar despercebido nem a sua magnitude como o demonstra a reacção dos circunstantes como se lê no versículo 14.

Cristo continua a alimentar multidões e, por muitos que sejam os que recebem a Sagrada Eucaristia, esta nunca se esgota renovada constantemente no Sacrifício da Santa Missa.


(AMA, comentário sobre Jo 6, 1-15, 18.01.2018)

Doutrina – 416

CATECISMO DA IGREJA CATÓLICA
Compêndio


PRIMEIRA PARTE: A PROFISSÃO DA FÉ
SEGUNDA SECÇÃO: A PROFISSÃO DA FÉ CRISTÃ
CAPÍTULO TERCEIRO

Creio na Comunhão dos santos


194. O que significa a expressão comunhão dos santos?



Indica, antes de mais, a participação de todos os membros da Igreja nas coisas santas (sancta): a fé, os sacramentos, em especial a Eucaristia, os carismas e os outros dons espirituais. Na raiz da comunhão está a caridade que «não procura o próprio interesse» (1 Cor 13, 5), mas move o fiel «a colocar tudo em comum» (Act 4, 32), mesmo os próprios bens materiais ao serviço dos pobres. 

Leitura espiritual

LA INMORTALIDAD DEL ALMA


LIBRO ÚNICO [1]

VIII



Como al cuerpo no se le puede quitar aquello por lo que es cuerpo, así tampoco al alma aquello por lo que es alma



13. Porque si lo que hace que exista un cuerpo no consiste en su masa, sino por el contrario en su forma, - aserción que se prueba con argumento irrebatible - tanto más plenamente existe el cuerpo, cuanto más bello y hermoso; y tanto menos, cuanto más feo y deforme; este menoscabo no proviene como aquél del que ya hemos hablado bastante de una reducción de la masa, sino del menoscabo que sobreviene a su forma.
Hemos de examinar y discutir este asunto con todo el cuidado posible, a fin de que no vaya alguien a afirmar que el alma puede perecer a causa de un tal menoscabo como se podría creer, por ejemplo, que, mientras el alma está en la locura y se encuentra así privada en cierta medida de su forma, esta privación pueda ser aumentada en tanto que la despoje enteramente de toda su forma y por ese menoscabo la reduzca a la nada y la obligue necesariamente a morir.
Por eso, si llegamos a demostrar que el cuerpo mismo no puede incurrir en una privación tal que también lo despoje de aquella forma por la que es cuerpo, de derecho quizá habremos demostrado que mucho menos el alma puede ser privada de lo que le es esencial como alma.

Porque, a la verdad, nadie que se haya examinado interiormente bien, dejará de confesar que cualquier alma se ha de considerar superior a cualquier cuerpo.



14. Establezcamos, pues, como principio de nuestro razonamiento que ningún ser se hace o se engendra a sí mismo; de lo contrario existiría antes de existir: puesto que si esto es falso, aquello es verdadero.
Digamos aún más, que lo que no ha sido hecho o nacido y sin embargo existe, es necesariamente eterno.
Quien quiera que acuerde a algún cuerpo esta naturaleza y excelencia cae ciertamente en un grave error.
Pero, ¿para qué vamos a discutir?
En ese caso, con mucha mayor razón estamos obligados a otorgar esa excelencia al alma.
Y así, si algún cuerpo es eterno, toda alma es eterna porque cualquier alma se ha de anteponer a cualquier cuerpo, y lo que es eterno a lo que no lo es.
Sin embargo, si como es cierto, el cuerpo ha sido creado, lo ha sido por un creador, que no puede ser inferior a él; pues no habría sido capaz para darle que obrara cualquier cosa sea aquello que hiciera.

EL creador tampoco puede ser igual a lo creado; porque es conveniente que el creador tenga para ejecutar la obra algo superior a lo que crea.
Porque se puede decir sin absurdo de aquel que engendra que él es de la misma naturaleza que aquello que es engendrado por él. Luego todo cuerpo ha sido creado por una fuerza y por una naturaleza más poderosa y mejor, no en verdad corpórea.
Porque si un cuerpo ha sido creado por otro cuerpo, no pudo haber sido creado todo cuerpo.
De lo más verdadero, pues, es lo que establecimos al comienzo de esta disensión: que ningún ser puede hacerse por si mismo.
Mas esta fuerza y esta naturaleza incorpórea, hacedora de todo cuerpo, lo mantiene todo entero por su potencia siempre presente; no lo creó y se apartó de él y creado no lo abandonó.
Esta sustancia que realmente no es cuerpo y que no se mueve s localmente, por así decirlo, de modo que pueda separarse de aquella sustancia a la que le corresponde el espacio, y aquella fuerza creadora no puede estar exenta de no cuidar lo que ha sido creado por ella, ni de permitir que carezca de la forma por la que existe todo en la medida en que existe.
En efecto, lo que no existe por sí, si es abandonado por aquel ser por el cual existe, seguramente dejará de existir; y no podemos decir que el cuerpo cuando fue creado ha recibido esto: que ya pudiese ser suficiente por sí mismo, aún si fuese abandonado por el creador.



15. Con todo, si es así, con mayor razón el alma, que es a ojos vista superior al cuerpo, tendría esta autosuficiencia.
Y así, si el alma puede existir por sí misma, de inmediato se prueba que es inmortal.
En efecto, todo cuanto existe de tal modo necesariamente es incorruptible y por eso no puede perecer, porque nada deja su propio ser. Pero la mutabilidad del cuerpo salta a la vista, como suficientemente lo demuestra el universal movimiento del mismo universo corpóreo. De ahí que a los que observan con atención, en cuanto puede ser observada la naturaleza, se les revela que con una ordenada mutabilidad es imitado lo que es inmutable.
Mas lo que existe por sí, tampoco tiene necesidad de movimiento alguno, teniendo toda la plenitud para sí en su propia existencia, porque todo movimiento es hacia otro ser del que carece el ser que se mueve.

Luego está presente al universo corpóreo una forma de naturaleza superior, renovando y manteniendo las cosas que creó: por eso, aquella mutabilidad no le quita al cuerpo el ser cuerpo, sino que lo hace pasar de forma en forma con un movimiento ordenadísimo.

En efecto, no permite que ninguna de sus partes vuelva a la nada, abrazándolo todo entero aquella fuerza creadora con su poder que no se esfuerza ni permanece inactivo, dando el ser a todo lo que por ella existe, en la medida en que existe.

Por lo tanto, nadie debe haber tan desviado de la razón, para quien o no sea cierto que el alma es mejor que el cuerpo, o, concedido esto, juzgue que al cuerpo no le pueda acaecer que no sea cuerpo, pero sí al alma que no sea alma.

Si esto no sucede y si no puede existir el alma sin que viva, verdaderamente el alma no muere nunca.

 

IX



El alma esencialmente es vida; luego no puede carecer de ella.



16. Si alguien objeta que esa muerte por la que sucede que algo que fue no sea nada, no ha de ser temida por el alma, sino aquella otra por la cual llamamos cosas muertas a las que carecen de vida, tenga presente que ninguna cosa carece de su propio ser.
Ahora bien, el alma es una especie de vida, por la cual todo lo que está animado, vive; mas todo lo que no está animado y que puede ser animado, se concibe como muerto, esto es, como privado de vida. Luego el alma no puede morir.
Porque si pudiese carecer de vida no sería alma, sino algo animado; si esto es absurdo, mucho menos ha de temerse para el alma esta clase de muerte; puesto que, por cierto, no se la ha de temer para la vida. Porque justamente si muere el alma, entonces cuando la abandona aquella vida, esa misma vida que abandona a está, se la concibe mucho mejor como alma, de modo que ya no sea el alma algo que puede ser abandonado por la vida, sino aquella misma vida que es la que abandona.
Todo cuanto, pues, ha sido abandonado por la vida se llama muerto, y lo muerto se concibe como dejado por el alma; mas esta vida, que abandona a los seres que mueren, porque ella misma es el alma, no puede dejar su propio ser.

Luego el alma no puede morir.

 Santo Augustin de Hipona





[1] Escrito el año 387 de Cristo. Contiene este libro el conjunto de razones sobre la inmortalidad del alma, así como la solución de las dificultades que se presentan.

Pequena agenda do cristão

Sexta-Feira


(Coisas muito simples, curtas, objectivas)




Propósito:

Contenção; alguma privação; ser humilde.


Senhor: Ajuda-me a ser contido, a privar-me de algo por pouco que seja, a ser humilde. Sou formado por este barro duro e seco que é o meu carácter, mas não Te importes, Senhor, não Te importes com este barro que não vale nada. Parte-o, esfrangalha-o nas Tuas mãos amorosas e, estou certo, daí sairá algo que se possa - que Tu possas - aproveitar. Não dês importância à minha prosápia, à minha vaidade, ao meu desejo incontido de protagonismo e evidência. Não sei nada, não posso nada, não tenho nada, não valho nada, não sou absolutamente nada.

Lembrar-me:
Filiação divina.

Ser Teu filho Senhor! De tal modo desejo que esta realidade tome posse de mim, que me entrego totalmente nas Tuas mãos amorosas de Pai misericordioso, e embora não saiba bem para que me queres, para que queres como filho a alguém como eu, entrego-me confiante que me conheces profundamente, com todos os meus defeitos e pequenas virtudes e é assim, e não de outro modo, que me queres ao pé de Ti. Não me afastes, Senhor. Eu sei que Tu não me afastarás nunca. Peço-Te que não permitas que alguma vez, nem por breves instantes, seja eu a afastar-me de Ti.

Pequeno exame:

Cumpri o propósito que me propus ontem?