Hoy el reto del amor es dejarse empapar.

¡SORPRESA! 

El otro día me dejaron sola en la cocina. Me encanta... pero soy un peligro: en cuanto me sobran dos minutos, ¡me salgo del menú! Y esta vez, no fue diferente.

-¡Decidido! ¡Voy a sorprenderlas con un flan! 

Sartenes, cacerolas... y el flan. A punto estaba de pedir el don de la bilocación al Señor... Llegó el momento estrella. Abrí la olla express y me encontré... unas natillas metidas en la flanera. ¡No había cuajado! 

Dos cocciones más y, aunque todavía no era la consistencia perfecta, decidí desmoldarlo. Como quien da la vuelta a una tortilla, cogí un plato y di la vuelta al flan. Inmediatamente quedé transformada en una simpática fuente de estilo barroco: con el plato en alto, y agua derramándose por todas partes. ¿¿Cómo podía caber tanto en esa flanera??

Lo que pude reírme con el Señor... Es verdad que, a veces, las sorpresas no nos salen como nos gustaría: algún detalle que falta, alguna cosita que se estropea... Pero hay algo que no debe faltar nunca. Una sorpresa... siempre debe ir rebosante de amor, ¡tanto como mi flan rebosaba de agua! 

La receta decía que había que echar medio vaso de agua para cocer... ¡y yo eché dos jarras! Pues así le pasa a Cristo. Él tampoco controla mucho eso de las medidas. Cuando se trata de echar amor, ¡se vuelca por completo hasta inundarlo todo! Él no se ha reservado nada. Antes de que hicieras o dijeras nada, Él entregó hasta la última gota de su sangre por ti, sólo para mostrarte que te ama, que eres precioso a sus ojos. 

Hoy el reto del amor es dejarse empapar. Sí, pequeño flan, hoy te invito a entrar en la olla express que es la oración. Te invito a quedarte a solas un rato con el Agua Viva, dejar que te llene por completo. Pon en sus manos los proyectos de este día, pregúntale cómo realizarlos, preséntale a las personas con las que te encontrarás... Tal vez te parezca que la cocción es lenta pero, en cuanto salgas, ¡rebosarás de Su amor! ¿Preparado? Hoy sorprende a alguien, querido flan, endulza el día a la persona que el Señor te ponga en el corazón. ¡Feliz día! 

VIVE DE CRISTO