La doblez no es cristiana

«La doblez no es cristiana: 

o estás con el espíritu de Jesús o estás con el espíritu del mundo»

Francisco invitó en el Angelus a una elección radical por el espíritu de Jesús y rechazar el espíritu del mundo.

Durante los próximos meses los Angelus dominicales se van a convertir en la ocasión privilegiada para escuchar al Papa, dado que en julio no tendrá lugar la tradicional audiencia general de los miércoles. Se reanudará en agosto, pero no en la Plaza de San Pedro, sino que, huyendo del duro verano romano, se celebrará en el Aula Pablo VI. Del mismo modo, hasta mediados de septiembre, según anunció este sábado la Santa Sede, no volverá a haber la misa de Santa Marta, que durante el curso aporta diariamente la reflexión de Francisco.

Desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa recordó la liturgia del día, con la instrucción de Jesús a los apóstoles cuando los manda a la misión en Galilea y Judea: "Jesús subraya dos aspectos esenciales para la vida del discípulo misionero: el primero, que su vínculo con Jesús es más fuerte que cualquier otro vínculo; el segundo, que el misionero no lleva a sí mismo, sino a Jesús, y a través de Él, el amor del Padre Celestial".

Ser discípulo "exige una relación prioritaria con el Maestro", continuó Francisco, tanto que "tal vez la primera pregunta que debemos hacer a un cristiano es: ¿Tú te encuentras con Jesús? ¿Le rezas a Jesús?".

"Es necesario que la gente pueda percibir que, para aquel discípulo, Jesús es verdaderamente 'el Señor', es verdaderamente el centro de su vida, el todo de la vida", añadió el Papa, para apuntar al peligro de la doblez de corazón: no importan las limitaciones y los errores ("siempre que tenga la humildad de reconocerlos", pero "lo importante es que no tenga el corazón doble: esto es peligroso... La doblez no es cristiana, por eso Jesús le reza al Padre para que los discípulos no caigan en el espíritu del mundo. O estás con Jesús, con el Espíritu de Jesús, o estás con el espíritu del mundo".

El Papa dirigió este mensaje particularmente a los sacerdotes: "Si tú dejas todo por Jesús, la gente reconoce en ti al Señor; pero al mismo tiempo te ayuda a convertirte cada día a Él, a renovarte y purificarte de los compromisos, y a superar las tentaciones".

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