Páginas

Diálogos apostólicos

Diálogos apostólicos II Parte

Juízo final - 7


Pergunto:

No juízo final saber-se-á tudo?


Respondo:

No juízo final virão à luz as obras boas e más de cada pessoa com as suas consequências. Incluídas as omissões ou obras boas que se deixaram de fazer.

Os bons receberão a honra pública pelas suas boas acções, ainda que na terra passaram ocultas. Os seus pecados já confessados e purificados não terão importância salvo para aplaudir a sua contrição e a misericórdia divinas. Por exemplo, São Pedro será muito celebrado por ser a pedra sobre a qual se edificou a Igreja; as suas negações não têm nem terão nenhuma relevância: o seu arrependimento é o que conta.

Os condenados sofrerão a confusão e desonra pública que a sua obstinação merece.

Fátima - Centenário - Oração diária,


Senhora de Fátima:

Neste ano do Centenário da tua vinda ao nosso País, cheios de confiança vimos pedir-te que continues a olhar com maternal cuidado por todos os portugueses.
No íntimo dos nossos corações instala-se alguma apreensão e incerteza em relação a este nosso País.

Sabes bem que nos referimos às diferenças de opinião que se transformam em desavenças, desunião e afastamento; aos casais desfeitos com todas as graves consequências; à falta de fé e de prática da fé; ao excessivo apego a coisas passageiras deixando de lado o essencial; aos respeitos humanos que se traduzem em indiferença e falta de coragem para arrepiar caminho; às doenças graves que se arrastam e causam tanto sofrimento.
Faz com que todos, sem excepção, nos comportemos como autênticos filhos teus e com a sinceridade, o espírito de compreensão e a humildade necessárias para, com respeito de uns pelos outros, sermos, de facto, unidos na Fé, santos e exemplo para o mundo.

Que nenhum de nós se perca para a salvação eterna.

Como Paulo VI, aqui mesmo em 1967, te repetimos:

Monstra te esse Matrem”, Mostra que és Mãe.

Isto te pedimos, invocando, uma vez mais, ao teu Dulcíssimo Coração, a tua protecção e amparo.


AMA, Fevereiro, 2017

Amar en la diferencia

Ataques al amor humano


Los ataques más directos que está sufriendo el amor humano en nuestro tiempo provienen de la "ideología de género", que se mezcla en nuestros días con las reivindicaciones de los teóricos de la "revolución sexual" y el "feminismo radical".
       
El papa Juan Pablo II escribió que “el hombre no puede vivir sin amor”, [pues entonces es] "para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido… si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente” (Redemptor Hominis 10). La vocación al amor está inscrita en nuestro corazón. En esta vida podemos permitirnos fracasar en muchas aspiraciones, pero ningún fracaso tendrá consecuencias tan lamentables como fracasar en el amor.

Son cada vez más numerosos los matrimonios que se rompen y las familias desestructuradas. Es frecuente también el fenómeno de las parejas de hecho, las familias monoparentales, la fecundación artificial, los embarazos no deseados, el negocio de la pornografía, el aumento de las enfermedades de transmisión sexual, la anticoncepción, la práctica homosexual, los abusos sexuales y la violencia familiar. Nos encontramos ante una verdadera “emergencia educativa”, de la que nos alertara Benedicto XVI.

La crisis del amor humano ha sido descrita por el papa Francisco como un gran “desafío antropológico y cultural” (Amoris Laetitia 31-57), un desafío que nos invita a seguir educando a los jóvenes en el amor, con renovado empeño, ayudándoles a valorar y respetar la diferencia y a aceptar el propio cuerpo tal y como ha sido creado (AL 285). De ello depende que el amor humano conserve su dignidad y su valor para revelar el amor divino en el nuevo milenio. De ello depende también la dignidad y el misterio de la persona humana, de la que el amor es su expresión y epifanía.

Por lo que respecta al significado del cuerpo y de la diferencia sexual, los ataques más directos que está sufriendo el amor humano en nuestro tiempo provienen de la “ideología de género”, que se mezcla en nuestros días con las reivindicaciones de los teóricos de la “revolución sexual” y el “feminismo radical”. El resultado es una mentalización constante, una “colonización ideológica”, como ha señalado el Papa Francisco, que se infiltra en todos los poros de nuestra sociedad, generando en nuestros jóvenes una tremenda confusión y desorientación personal.

El postulado fundamental de la ideología de género, según Judith Butler, tal vez su teórica principal, es eliminar el supuesto de que los seres humanos se dividen en dos sexos. Las diferencias hombre-mujer, más allá de las diferencias anatómicas, no proceden de la naturaleza. Son producto de la cultura de un país y una época. Son una convención social. Hay que liberar, por tanto, a la persona de sus condicionamientos biológicos. La naturaleza no debe imponer ninguna ley. La persona ha de tener libertad para configurarse según sus propios deseos. De este modo, cada uno puede “inventarse” a sí mismo, eligiendo su propio género y su propia identidad y orientación sexual, con independencia de su sexo biológico.

Hay otro aspecto a señalar: La ideología de género afirma que la reproducción humana debe ser totalmente libre, existiendo por lo tanto el derecho al aborto, y en contraposición, el “derecho al hijo”, por medio de las técnicas de reproducción artificial posibles, ya que la reproducción no es más que el resultado fortuito de algunos encuentros heterosexuales.

Con esta antropología dualista, el sexo se separa de la persona. El sexo es considerado un mero dato anatómico, sin relevancia antropológica, que no habla de la persona ni de complementariedad alguna. Una mirada no ideologizada nos permitiría comprender, en cambio, el misterio de la creación, que se encuentra inscrito como una huella en el cuerpo sexuado. En esta dirección apuntan los más recientes hallazgos de la anatomía, fisiología, la embriología y las neurociencias.

Urge hoy releer las catequesis de Juan Pablo II sobre la “teología del cuerpo”, y enseñar a “amar en la diferencia”. Juan Pablo II nos enseñó el significado esponsal que está inscrito en nuestro cuerpo. El cuerpo, en efecto, es mucho más que un envoltorio de la persona. Está cargado de un profundo significado simbólico y espiritual, que en nuestros días es urgente redescubrir. Por lo que respecta a la diferencia sexual, la misma palabra “diferencia” (dif-ferre) sugiere cómo en el amor el “yo” es llevado hacia el “tú” del otro sexo. El Cardenal Scola, en sus escritos sobre el “misterio nupcial”, ha demostrado que la separación arbitraria del amor, la diferencia sexual y la fecundidad tiene consecuencias muy destructivas para el ser humano y la sociedad.

El hombre moderno que, con el ateísmo, intentó liberarse de Dios; y con el materialismo, intentó liberarse de su dimensión espiritual, con la ideología de género pretende liberarse de su “ser” cuerpo. De este modo, como señalaba Benedicto XVI, el hombre moderno quiere ser pura autonomía, quiere crearse a sí mismo y ser “dios”, y esto es metafísicamente imposible, ya que el hombre, al querer emanciparse de su cuerpo, de la esfera biológica, acaba por destruirse a sí mismo.


REL - Monseñor Juan José Asenjo

Hoy el reto del Amor es apostar por el Señor.

APOSTANDO POR JESÚS

Ha llegado hasta nosotras una preciosa historia que sucede cada siete días en nuestro monasterio. Se trata de una persona que viene desde lejos un día a la semana a celebrar la Eucaristía a las 8 de la mañana.

Nosotras habíamos notado que algo sucedía porque, o bien esperaba a comulgar y después se iba rápido, o bien se marchaba sin comulgar.

Hace unos días nos compartieron lo que ocurría: es una persona que trabaja en el instituto del pueblo y sus clases comienzan a las 8:30. Al vivir lejos, comparte transporte con otras personas, excepto un día a la semana. Ese día, viene en su coche y puede acercarse antes para llegar a Misa. Fue entonces cuando comprendí su prisa al dar su hora de empezar a trabajar.

Esta semana, he de reconocer que le miraba con un cariño diferente. Y me veía pendiente de que no se le hiciera la hora, de que le diera tiempo a comulgar, de que no tuviera que llegar tarde... y pasaban los minutos, y ya casi eran y media y no habíamos comulgado aún.

Pensé: "Se va a marchar sin poder comulgar", pero estaba tranquilo. Cuando llegó el momento, se acercó a comulgar y después, con un profundo respeto, se marchó rápidamente. Ya habían tocado y media.

Inmediatamente recordé algo que me había sucedido hace unos años.

En el colegio en el que estudié, los jueves nos invitaban a ir libremente a misa durante el recreo. Una de las veces que fui, no sé qué ocurrió (porque ahí sí que estaba el tiempo muy medido) pero se nos fue la hora y llegué tarde a la siguiente clase. Cuando entré, la profesora me dijo:

-Llegas tarde. Te quedas fuera. ¿Dónde estabas?
-Estaba en Misa.

Su cara se transformó y su gesto hacia mí cambió completamente.
-Vale, si es por eso, entonces no te preocupes, puedes sentarte.

Al recordar todo sentí la certeza de que esa persona iba a estar bien, que el Señor es su defensa y que, apostando por Él como lo hacía, todo le iba a reportar en bien.

Hoy el reto del Amor es apostar por el Señor. Si el Señor llena tu vida, si Él es tu Paz, tu descanso, tu alegría... no tengas miedo en salir por Él delante de los hombres. Tu gesto te abrirá los ojos para poder ver que Él siempre está a tu lado, que Él te cuida.


VIVE DE CRISTO

Pequena agenda do cristão

SeGUNDa-Feira



(Coisas muito simples, curtas, objectivas)



Propósito:
Sorrir; ser amável; prestar serviço.

Senhor que eu faça ‘boa cara’, que seja alegre e transmita aos outros, principalmente em minha casa, boa disposição.

Senhor que eu sirva sem reserva de intenção de ser recompensado; servir com naturalidade; prestar pequenos ou grandes serviços a todos mesmo àqueles que nada me são. Servir fazendo o que devo sem olhar à minha pretensa “dignidade” ou “importância” “feridas” em serviço discreto ou desprovido de relevo, dando graças pela oportunidade de ser útil.

Lembrar-me:
Papa, Bispos, Sacerdotes.

Que o Senhor assista e vivifique o Papa, santificando-o na terra e não consinta que seja vencido pelos seus inimigos.

Que os Bispos se mantenham firmes na Fé, apascentando a Igreja na fortaleza do Senhor.

Que os Sacerdotes sejam fiéis à sua vocação e guias seguros do Povo de Deus.

Pequeno exame:

Cumpri o propósito que me propus ontem?




Leva-me pela tua mão, Senhor

Há uma quantidade muito considerável de cristãos que seriam apóstolos... se não tivessem medo. São os mesmos que depois se queixam, porque o Senhor (dizem eles!) os abandona... Que fazem eles com Deus? (Sulco, 103)

Também a nós nos chama e nos pergunta como a Tiago e João: Potestis bibere calicem quem ego bibiturus sum?; estais dispostos a beber o cálice (este cálice da completa entrega ao cumprimento da vontade do Pai) que eu vou beber? "Possumus"!. Sim, estamos dispostos! – é a resposta de João e Tiago... Vós e eu, estamos dispostos seriamente a cumprir, em tudo, a vontade do nosso Pai, Deus? Demos ao Senhor o nosso coração inteiro ou continuamos apegados a nós mesmos, aos nossos interesses, à nossa comodidade, ao nosso amor-próprio? Há em nós alguma coisa que não corresponda à nossa condição de cristãos e que nos impeça de nos purificarmos? Hoje apresenta-se-nos a ocasião de rectificar.

É necessário que nos convençamos de que Jesus nos dirige pessoalmente estas perguntas. É Ele que as faz, não eu. Eu não me atreveria a fazê-las a mim próprio. Eu vou continuando a minha oração em voz alta e vós, cada um de vós, por dentro, está confessando ao Senhor: Senhor, que pouco valho! Que cobarde tenho sido tantas vezes! Quantos erros! Nesta ocasião e naquela... nisto e naquilo... E podemos exclamar também: ainda bem, Senhor, que me tens sustentado com a tua mão, porque eu sinto-me capaz de todas as infâmias... Não me largues, não me deixes; trata-me sempre como um menino. Que eu seja forte, valente, íntegro. Mas ajuda-me, como a uma criatura inexperiente. Leva-me pela tua mão, Senhor, e faz com que tua Mãe esteja também a meu lado e me proteja. E assim, possumus!, poderemos, seremos capazes de ter-Te por modelo! (Cristo que passa, 15)

Evangelho e comentário

Tempo Comum


Evangelho: Lc 4, 16-30

16 Naquele tempo, Jesus foi a Nazaré, onde Se tinha criado. Segundo o seu costume, entrou na sinagoga a um sábado e levantou-Se para fazer a leitura. 17 Entregaram-Lhe o livro do profeta Isaías e, ao abrir o livro, encontrou a passagem em que estava escrito: 18 «O Espírito do Senhor está sobre mim, porque Ele me ungiu para anunciar a boa nova aos pobres. Enviou-me a proclamar a redenção aos cativos e a vista aos cegos, a restituir a liberdade aos oprimidos, 19 a proclamar o ano da graça do Senhor». 20 Depois enrolou o livro, entregou-o ao ajudante e sentou-Se. Estavam fixos em Jesus os olhos de toda a sinagoga. 21 Começou então a dizer-lhes: «Cumpriu-se hoje mesmo esta passagem da Escritura que acabais de ouvir». 22 Todos davam testemunho em seu favor e se admiravam das palavras cheias de graça que saíam da sua boca. E perguntavam: «Não é este o filho de José?». 23 Jesus disse- lhes: «Por certo Me citareis o ditado: ‘Médico, cura-te a ti mesmo’. Faz também aqui na tua terra o que ouvimos dizer que fizeste em Cafarnaum». 24 E acrescentou: «Em verdade vos digo: Nenhum profeta é bem recebido na sua terra. 25 Em verdade vos digo que havia em Israel muitas viúvas no tempo do profeta Elias, quando o céu se fechou durante três anos e seis meses e houve uma grande fome em toda a terra; 26 contudo, Elias não foi enviado a nenhuma delas, mas a uma viúva de Sarepta, na região da Sidónia. 27 Havia em Israel muitos leprosos no tempo do profeta Eliseu; contudo, nenhum deles foi curado, mas apenas o sírio Naamã». 28 Ao ouvirem estas palavras, todos ficaram furiosos na sinagoga. 29 Levantaram-se, expulsaram Jesus da cidade e levaram-n’O até ao cimo da colina sobre a qual a cidade estava edificada, a fim de O precipitarem dali abaixo. 30 Mas Jesus, passando pelo meio deles, seguiu o seu caminho.

Comentário:

Este trecho do Evangelho de S. Lucas acaba de forma que parece algo misteriosa: «Mas, passando no meio deles, retirou-Se.», mas, depois de analisada, é conclusiva.

Neste caso, a multidão deveria estar bastante comprimida à volta de Jesus muito provavelmente levada ao paroxismo máximo de querem dar-lhe a morte.

Como é que não O viram retirar-se?!

De facto, Jesus tem o poder de Se revelar ou esconder aos olhos dos homens, não importando a proximidade ou circunstâncias.

Não é este relato feito por São Lucas, que naturalmente o recolheu de testemunhas presenciais a evidência do poder divino de Cristo?


(ama, comentário sobre Lc 4, 16-30, 2010.08.30)

Bento XVI – Pensamentos espirituais 155

159. Solidão e incompreensão

O grande problema do nosso tempo - em que cada um, querendo ter a vida para si, a perde porque se isola e afasta o outro de si - consiste em reencontrar a comunhão profunda que apenas pode advir de um fundo comum a todas as almas, da presença divina que a todos nos une. 
Parece-me que isso só pode acontecer na condição de superarmos a solidão e também a incompreensão, porque também esta resulta do facto de o pensamento se encontrar hoje dividido. 
Cada um procura o seu modo de pensar e de viver e não existe comunicação numa visão profunda da vida.

Encontro com o clero da diocese de Roma, (2.Mar.06)

 (in “Bento XVI, Pensamentos Espirituais”, Lucerna 2006)